Hoy hemos alquilado un par de bicis... Estamos flojillos para los desniveles de los alrededores de Ubud... Llegamos a entrar al museo que la familia de un español llamado Antonio Blanco tiene aquí, pero preferimos no pasar por el precio que le ponen a las entradas; no obstante, nos enstamos un ratos en el pequeño templete dedicado a la mujer de Blanco...
Volvemos a la villa decididos a visitar el Bosque de los monos... Merece la pena verse... Al estar dedicado a Hanumán, el dios mono, los monos tienen "bula" para andar por donde quieran y no le tienen miedo (ni respeto) a nadie... Van hechos unos ladronzuelos y hay que llevar cuidado con las bolsas de plástico, ya que ellos las asocian a comida y tratan de quitártelas...
Hay un templo cerca del riachuelo que cruza el "santuario" en donde hay unas esculturas fráncamente bonitas; especial mención merecen los dragones de Komodo tallados sobre roca y cubiertos de liquen verdoso... Los monos se aposentan sobre ellos, pero parecen reales... Hay un monito joven que juega con mi botella de agua mineral y con mi mano, explorando mis dedos y subiendose encima para poder inspeccionar alguna roca de al lado... Me je hartado a echar fotos y filmar... El sitio es muy bonito y bastante agreste...
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