lunes, 4 de mayo de 2009

Oh, linda Olinda... :-)

Se dice que el nombre de estas tierras proviene de la exclamación que el hidalgo portugués Duarte Coelho profirió al verlas por primera vez: "Oh, linda situação para se construir uma vila!" ("Oh, linda situación para construir una villa")



Pero la verdad es que el nombre Olinda tiene su origen en un personaje femenino de la famosa novela de caballería (Olinda en portugués y Oriana en español), tan nombrada en El Quijote: El Amadís de Gaula…



Esta era la “Dulcinea” por la cual Amadís hacía lo que hacía… Era muy popular en Portugal y, seguramente, formaba parte del bagaje cultural del hidalgo Duarte Coelho...




No olvidemos que el anónimo autor de esta obra, podría ser tanto lusitano, como castellano, o francés; aunque la primera versión la obra, y la más antigua conservada, está escrita en castellano y es atribuida a Garci Rodríguez de Montalvo, alrededor del siglo XV…



Pero en fin, no toca debatir esta obra, sino aclarar que tiene algún rol que jugar en el origen del nombre de esta bella villa brasileira…



Y es verdad que es un paraje bellísimo que fue “visitado” en más de una ocasión por jaurías de piratas (especialmente holandeses) y que nuestros hermanos ibéricos supieron defender con efectividad la mayoría de las veces… Solo me dejaré llevar por unas cuantas fotos para que os hagáis un buen sabor de boca…



Hay unas hermosas colinas desde las cuales se observa ese anchísimo océano que abraza en tranquilas oleadas la gran bahía que une la moderna Recife con la tradicional y colonial Olinda… ¡Que bellos testigos de las primeras iglesias y conventos coloniales se pueden “gozar” desde aquí!



Nos hemos subido tanto para contemplar su vegetación, a medio camino de la llamada “mata atlântica” (en gravísimo riesgo) y la más absoluta y exuberante amazónica, como para perdernos entre sus cuestas y recovecos repletos de historia…



Me he encontrado por ahí con un español, profesor, castellano, perdido entre los azulejos de un antiguo convento por el que yo tampoco quería ser encontrado… Admiraba, como yo, la atmósfera de esta tierra; pero también me ha hablado de una región que poco se parece a esta: Santa Catarina y su capital insular Florianópolis (una de las ciudades “blancas” del sur brasileño) y me ha rogado que no me la perdiera… Me ha caído bien… Le haré caso…



Me ha costado volver a la cercana Recife, tanto por el servicio de transporte como por la resistencia a dejar sus rincones... Pero el deseo de perderme por aquí por más tiempo, puede más... Dios permita mi vuelta con más tiempo...

1 comentario:

  1. Anónimo3:32 a. m.

    Muy buen escrito.. me brinda esa informaciòn que ahora ando buscando sobre el significado de mi nombre.. ya que no es muy comùn encontrarlo..
    Mira que lo he buscado y solo encuentro algunos parecidos, pero literalmente Olinda nunca.. asì que tu informaciòn la tomarè de referencia para cuando me pregunten de dònde proviene mi nombre.. :-) saludos..

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