Ida al aeropuerto temprano… Cogí los bártulos y bye, bye… No pienso alojarme en esta guest house si algún día volviera por aquí…
Hoy ha ocurrido un “pequeño” percance yendo a la estación de Damri para el aeropuerto… Iba caminando deprisa y he tenido la mala suerte de meter la pierna en un agujero que había abierto en un enrejado para la canalización del agua, doblándomela y haciéndome una buena herida un palmo bajo la rodilla… Sangraba, pero me he puesto la camiseta que tenía rota de “El Mundo” y las chanclas que tenía en la mochila pequeña (ya que la chancla del pie izquierdo se cayó en la alcantarilla) y tras preguntarme un policía si necesitaba ir a un hospital, le he dicho que no porque tenía que coger un vuelo y me he dirigido a la cercana estación de Gambir, en donde los cutres primeros auxilios me han ayudado a limpiar la herida… Luego he cogido un Damri bus al aeropuerto en donde he esperado largo y tendido a las 20:00. La herida me molestaba, pero no como para preocuparse… Un irlandés que trabajaba en la reconstrucción de Aceh después del tsunami, me ha dado un frasquito de “Betadine” que llevaba en el equipaje y me ha recomendado que la limpiara y cambiara el vendaje cada día… Así lo haré… El tío era simpatiquísimo y gritón (como buen irlandés) y contaba que se iba de vacaciones unos días a Bali, donde podía mirar a las nenas sin riesgo a que le cortaran el gaznate, como podría pasar en el ultraislámico Aceh… Un tío cojonudo… Al cuarto de hora se ha ido hacia la plataforma de donde salía su vuelo… Espero que le vaya bien con la balinesas (y las no balinesas) y vuelva con energía a su labor en las tierras devastadas por el gigantesco tsunami de hace algunas navidades…
El avión tenía algo de retraso, así que ha salido a las 21:00 y pico… Durante el trayecto, una gotita de agua desde la condensación que se hacía en una parte del techo, me ha hecho la puñetita… Hoy no ha sido un día de “buen karma”…
La llegada a Padang, sobre las 23:00, me ha fatigado por los taxis que van a por ti y no te dejan tranquilo… Me he sentado un poco fuera del aeropuerto y, pocos minutos después, no habían ni buses ni taxis… Llovía, así que me he refugiado con el carrito de los bultos en un banco, esperando el amanecer… Un poco después he oído unos ruidos y he visto un grupo de agentes de seguridad alrededor de una mesa jugando al dominó. Me he acercado y he pasado parte de la noche chapurreando con ellos… Al final me han ofrecido un sitio para dormir:
No hay comentarios:
Publicar un comentario