
Recojo las tarjetas de visita que encargué el otro día y pillo más libretas… Llueve… Paso a comprar más incienso… Por fin, una vez de vuelta a la habitación, me dedico al lavado de la ropa que faltaba… Duermo como un bendecido de los dioses… Soy consciente de que mañana ya no dormiré en Asia… Una mezcla de alivio y nostalgia…
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