Suelen llamar a gritos a sus amigos y familiares mientras te señalan con el dedo índice; entonces vienen en tropel y llenos de excitación por la novedad y notas como comentas partes de la anatomía, vestimenta y aspecto del viajero… Un poco esta bien, hasta es gracioso, pero todo el rato siendo el centro de las miradas es un grandísimo coñazo… Ellos no tienen nuestra educación. Aquí, si un niño mira fijamente a alguien, sus padres enseguida le acostumbran a que mirar de esa manera no está bien… Aquí también sienten algo parecido (me doy cuenta que hay muchas cosas en todas las culturas que son comunes y basadas en el instinto y que poco tienen que ver con lo llamado “convencional”), si tu miras a uno de la manera en que ellos te miran, también se sienten incómodos; lo que ocurre es que, en su elevadísima ignorancia y palurdismo, objetivizan al forastero despojándolo de su humanidad y no pueden sentir que lo están molestando… Algo parecido pasaría en España hace 100 años cuando un chino cruzara alguna calle madrileña…
Cuando he visto que las nubes se ponían, no me he esperado al atardecer… Me he bajado en un camión en donde también he sido el centro de manera molesta durante un buen rato… Sé que no es “políticamente correcto” decirlo, pero lo peor del día de hoy solo han sido los birmanos…
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