Hoy el día ha sido especial… Hemos visitado la Shwedagon pagoda. Una maravilla en la que he estado paseando todo el día… Definirla es casi imposible con palabras y he preferido echar fotos por un tubo… Una monja me ha regalado un elefantito pequeño hecho de algo que parece jade dentro de una bolsita verde. Hablaba buen inglés y, a pesar de un intento de pedirme dinero, se a portado “dignamente”… Gracias por el regalo…

A la salida de la Shwedagon Paya, había otra pagoda más pequeña y discreta que no estaba nada mal… Dentro había una reproducción de un árbol bodhi del que brotaban ramas con hojas de diferentes árboles… Era bastante original… A la salida, he mantenido una charla con un par de monjes jóvenes que querían hablar inglés con alguien…
El encuentro con Juan Carlos, el ciclista chileno que conocí en Singapur, ha sido el otro lado del día… Ha sido una casualidad de las que suelen pasar en estos viajes… Hemos tomado té en una de esas callejas a la “calcuteña” que hay por aquí y luego le he indicado donde se sacaba un billete de autobús para sacarle un ticket a Mandalay. Ha tenido suerte y lo ha podido sacar para mañana… Nos hemos sentado unos minutos en la estación de tren cercana y un poco más tarde, ya bien de noche, nos hemos dirigido a Sule Paya y allí nos hemos despedido hasta el próximo encuentro… Que tenga suerte en su viaje y en su vida…