Ida al aeropuerto a las siete… llegamos en media hora y me siento a esperar… Como en el restaurante, que me devuelve dólares arrugados y tengo que pelear para que me los cambien de nuevo y la cosa va transcurriendo normal, leyendo y mascando chicle, hasta que se me ocurre preguntar por donde se pagan las tasas del aeropuerto… Me preguntan si es que me voy a quedar a dormir y segundos después alguien del “partido” se acerca para indicarme que los extranjeros duermen fuera…
Muy bien… Salgo y pregunto por algún hotel… En los alrededores solo encuentro un hotel del gobierno llamado “Myanmar Life”, que cobran carísimo y además no aceptan travellers checks. Me voy pitando y tras andar tirando del equipaje un buen rato (uno de los momentos peores y más fatigosos de este viaje), doy media vuelta empapado en sudor y vuelvo a las cercanías del aeropuerto en donde me siento en varios locales a esperar que pase el tiempo y deseando que no cerraran… A las 23:00 todo andaba cerrado y me he acercado al aeropuerto en donde he preguntado al tipo militar de la puerta si podía pasar las cuatros horas que faltaban para que el aeropuerto volviera a abrirse, sentado en unos banquitos de madera que habían alrededor de un árbol cercano… No había inconveniente y, tras un rato ha llegado un taxista que ha empezado a hablar y, tras montarme en su vehículo, me ha invitado a un café con leche en un local a unos kilómetros de allí… Luego me ha traído de nuevo y he esperado unas dos horas más a que abrieran… Unos chavales que trabajaban en el aeropuerto me han puesto un antimosquitos en el árbol, ya que me andaban poniendo a caldo todo el rato… Todo el mundo ha sido amable menos el “partido”, la burocracia y el puto gobierno… Si vuelvo a este país, será cuando este sistema se haya desplomado de forma definitiva…
domingo, 29 de abril de 2007
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