Ida a Galle… El tren está abarrotado de gente… Yo tengo suerte de pillar un asiento… Aquí no es como en India, en algunos trenes no puedes reservar y no te dan número de asiento, por lo que (como pasa en este tren) tienes que pelear por una plaza…

Llegamos a Galle y para ir a Unawatuna (la playa en donde me rapé la primera vez), veo que es algo muy fácil, barato y rápido llegar con el bus… Cuando me bajo del vehículo, veo que todo ha cambiado… No solo el tsunami, que también llegó aquí, sino las nuevas construcciones y la carretera asfaltada con dinero europeo de la ayuda tras la catástrofe…

Encuentro una guest house llevada por "foreigners", una chica y un chico de no sé que parte de europa… Tras regateo y coger la habitación, salgo a buscar una maquinilla y en la habitación me dedico a afeitarme "por etapas", ya que tengo curiosidad por ver como estoy con bigote a "lo Íñigo"...

Bigote a "lo galo"...

Bigote al estilo años 70...

Sin bigote...

Me echo fotos a cada paso para recordar mi careto… Luego, me dedico a la búsqueda de una barbería abierta en Galle… Me aseguran que, como es luna llena (festividad budista), no hay abiertas barberías… Sin embargo me dicen que quizás estén funcionando barberías de musulmanes o cristianos…
Cojo el bus a Galle y tras patear un poco, encuentro una abierta… Me afeitan la cabeza...

Tras esperar que la fuerte lluvia amainara un poco, cojo de nuevo el bus a Unawatuna… Al llegar me echo fotos y me afeito las cejas…

Tengo una pinta de enfermo de campo de concentración espantosa, pero tenía que hacerlo… Ahora empieza una nueva etapa para mí y tenía que rubricarla con este rito…

Me doy, después, una vuelta por playa y la pequeña pagoda del final de la bahía… Reconozco, con melancolía, la casa de Kumar destrozada por el tsunami… Ya atardecido, como en un pequeño local unos carísimos rotis… Y el tipo que lo lleva me informa que Kumar y Erika llevan tres años divorciados… ella lleva una guest house por aquí cerca, mientras que Kumar sigue con el Closenberg Hotel… Nada es permanente, desde luego… Veo que esta Unawatuna no es MI Unawatuna… No solo la playa se ha reducido por el tsunami, no solo son los cambios orientados a un turismo masivo; es que simplemente ya no es ella y la que queda en mi memoria está casi borrada… Me siento liberado, en el fondo… Todo cambia y nada es permanente…

Duermo muy bien por la noche…