viernes, 31 de agosto de 2007

Día tormentoso… Desayuno una bebida caliente de arroz en el puesto que el YMCA tiene a la entrada y con el chubasquero (ya que no tengo el paraguas) parto para la embajada… Calado hasta los huesos llego al alto comisionado de India… Son dos etapas… Por la mañana se entrega el pasaporte y por la tarde se recoge el visado… Entrego el pasaporte y me queda la preocupación de saber si me lo darán por la tarde con el visado… Como ya pagué las tasas, me siento moderadamente optimista…


Luego vuelvo a Petah, la zona de Colombo en donde me alojo y me acerco al restaurante que el YMCA tiene dentro del edificio… Me cobran algo de más, no mucho y, cabreado y estresado como voy, se lo digo a chica y le pido que me traiga al manager… ¡Que si quieres arroz catalina…! No vale para nada… Me acerco al mostrador del hotel y me dicen que el restaurante va independiente de la guest house… Me siento muy cansado por todos estos líos y la poca honestidad de estas gentes… Incluso en un sitio teóricamente cristiano como este encontramos el "cheating" (engaño) de siempre… Estoy muy cansado por todo, subo a mi habitación y me duermo una siesta de campeonato…


Por la tarde voy a recoger el visado… Una mujer occidental, que se cuela en la fila, me logra cabrear y la mando al cuerno… Hoy, entre la lluvia, el restaurante y el estrés del papeleo, ando demasiado cabreado… Veo que tengo que calmarme… Es "uno de esos días" y yo tengo una tendencia extrema hacia la ira que debo pulir… Tengo, por lo menos, algo de "suerte" y me dan un visado de 30 días… Suficiente para coger el avión desde Delhi y volver a casa… Vuelvo tranquilo a Petah… Quiero pasar por el puerto, como hice hace 15 años y no puedo… Ahora es zona restringida y militarizada (por el rollo de las bombas). Me acerco por la pagoda de al lado del Hilton y un joven monje se siente curioso con mi rapado… Le confieso que soy budista…
Nada más llegar, la lluvia empieza a caer de nuevo… Compro un dulce típico de Colombo… Luego llego a un arreglo (de momento) con el encargado bajito, viejo y calvo del hotel para dejar los bártulos en su habitación en caso de que el día 3 vaya a Kandy… No sé si dormiré aquí el 4, pero si estuviera en Kandy la noche del 3 de Septiembre, seguramente que sí…



Unos de los días más estresados de mi viaje… El miedo a perder los vuelos por un capricho "oriental" de los funcionarios de la embajada india, me ha desgastado… Como consecuencia, duermo como un lirón… :-)

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