A las 7:30 aproximadamente, me estaban recogiendo en una furgoneta y luego han recogido a una filipina y a una vieja turista algo gruñona… El viaje a Batangas ha sido corto y me ha permitido ver algo de los paisajes de Filipinas; aunque daba alguna cabezada que otra… Hemos llegado directo al puerto y a las 11:00, después de una pequeña espera estaba en el barco, que no era un ferry sino uno de esos botes para pasajeros típicos de la zona, me ha encantado y he echado algunas fotos, incluso algo de agua de mar a saltado a la lente… La he limpiado con cuidado…

Al llegar a Puerto Galera, como siempre, varios transportistas esperaban agobiando con su “sir, sir…” He cogido uno de esos motocarros sin negociar mucho (80 Pesos) para los cerca de 8 Km. (o algo más) que había hasta “White Beach”. Después de que parara en otro hotel como por despiste, me ha llevado a donde quería, que era al “Summer Connection Beach Resort” situado en la otra punta de la playa y en donde he cogido un cabaña al lado del mar por 500 Pesos que he encontrado francamente preciosa, al igual que el entorno… Tiene ducha y WC dentro y un pequeño porche con una mesa y dos sillas desde donde poder contemplar el mar… ¡Y me he dado mi primer baño de mar en algún tiempo! Los propietarios, Norma y Ben, son amistosos y muy serviciales… Tienen a los hijos estudiando en Manila…

Al fin puedo tener conexión de PC por vez primera (gracias al adaptador que compré en Manila y a los buenos enchufes de la cabaña que me han permitido recargar las pilas y enchufar también el disco duro externo y el antimosquitos) El lado negativo ha sido la sorpresa de que al cargar las fotos al ordenador, los dos últimos días de imágenes de la tarjeta de la cámara se habían perdido (?) y no sé si volverá a ocurrir, pero no me gusta nada… En realidad solo merecían la pena unas fotos de un Jeepney con un niño delante y las fotos de la iglesia de San Agustín y su techo. He dado una pequeña vuelta por la playa, he cenado arroz frito con verduras y me he ido a la cama.