Poco que decir (o mucho, según se mire) Después de comprobar que los bancos estaban cerrados por el tifón, ya que estaban inundados y que los pocos que había abiertos se negaban a cambiarme pesos a dólares, me he planteado el irme al aeropuerto y dormir allí esta noche para poder cambiar pesos a dólares, ya que allí seguro, pero cabía que en sábado estuvieran cerrados los bancos; así que después de desayunar un pez con arroz he ido a la tiendecilla de al lado de la gasolinera, he comprado coca-cola y galletas y después de cargarme las mochilas y de despedirme de las niñas del hotel me he ido andando al aeropuerto… Han sido 40 minutos agobiantes hasta llegar y una vez allí, no me querían dejar pasar porque mi vuelo sale mañana… Pero como los voy conociendo, me he puesto en una cola y después de decir que debajo me habían dicho que no había problemas, he pasado…
El tiempo que he pasado allí, no se lo deseo a mi peor enemigo… Habían cortes de luz todo el tiempo y el A.C. estaba roto. Los asientos eran incómodos pero he tenido que adaptarme para dormir… Dentro, en la sala de espera, no había nada para comprar agua o comida… Eso sí, he cambiado los pesos y me han dado 35 $ Eso al menos, me ha salido bien…
viernes, 29 de septiembre de 2006
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