Hoy vamos a Batu Ferringhi, después de hacer la colada… Sobre las 11:00 he terminado de hacer la ropa en una habitación que para eso que tienen esta gente… Luego he cogido un autobús al que al conductor se le ha pasado la parada en donde tenía que dejarme y me ha devuelto el dinero del viaje dejándome en una parada algo alejada (no mucho: 2 Km.) del pueblo costero… He preferido caminar, como siempre, para hacer ejercicio y ver el paisaje parándome en rinconcitos que pasarían desapercibidos yendo en vehículo y echando alguna foto; como en este viaje llevo cámara digital, no me corto ni un duro a la hora de echarle fotos a todo…
Hemos llegado a este pueblo “de veraneantes” y lo cierto es que tiene una playa inmensa y bonita, pero es muy difícil llegar a ella, ya que la mayoría de los accesos son privados… Hay grandes hoteles y construcciones por todos lados y se respira un ambiente de Benidorm que tumba de espaldas… A eso le añades el toque asiático-malayo-hindú-palizas que va buscando al turista con obsesión y avaricia y ya tienes definido un poco el sitio… He recorrido la playa hasta uno de sus lados y echando alguna foto y al final he doblado un recodo con rocas y he encontrado un sitio para bañarme. No era mi plan y por eso no llevaba el bañador al uso, pero como llevaba el pantaloncito playero de mi cuñado que te permite mojarte y tiene un tejido que se seca muy rápido, pues me he dado un baño cortísimo, ya que después de quitarme todas las cosas y dejarlas en la mochila, me he dado cuenta de que había alguien observando desde una moto y que llegaban dos tipos más a sentarse cerca de donde yo estaba a mirar… Eso ha hecho que me saliera, ya que no iba a estar tranquilo sin perder de vista los bártulos en ningún momento…
Luego he ido hacia el otro lado de la playa hasta dar con unas rocas que estaban cerca de un sendero que me han recordado el de la jungla de Cameron… Lo he seguido para comprobar que no llegaba a ningún sitio y luego he salido de allí para coger un pequeño callejón y salir a la calle principal… He encontrado una zona techada en donde había comida china y me he tomado tres tés chinos helados y sin azúcar, que eran baratísimos y extremadamente refrescantes y una gelatina de yerbas muy rica con unas frutas cuyo nombre no recuerdo ahora y luego unos rollitos, algo pequeños, de pescado… Después de descansar un rato me he dirigido a la primera parada de autobús que he visto y allí, dos chavales me han indicado que alli paraba el bus hacia T. Bahang…
Hemos llegado pronto y al llegar he hablado con Rama sobre Ganesh y parece que le he caído bien… Tiene cincuenta y pico años, un hijo y una hija, se tiñe el bigote y el pelo, es un hindú al que no se le olvida hacer ninguna “puja” (ofrenda a los dioses) y que me ha invitado a irme el sábado más tarde (pensaba irme sobre las 12:00 y ahora me iré sobre las 17:00 0 18:00) para poder presenciar una “puja” especial que hacen los hindúes ese día llamada Deepavali y a la que parece que puede asistir su hija… Me ha dicho que estoy especialmente invitado y que puedo tomar las fotos que quiera… Me ha regalado un pequeño Ganesh de cartón que está hecho con la forma de las hojas del árbol Bodhi, cosa esta que no deja de ser curiosa, la mezcla de símbolos budistas para hacer un pequeño Ganesh…
He estado hasta tarde viendo partir los barcos de pescadores desde un pequeño muelle y cuando ha sido muy oscuro, me he ido a la guest house para dormir temprano, pero las salmodias de las mezquitas, con muchos “dikhr” (Recuerdo de Allah mediante ciertas “letanías”) hasta muy tarde no me han dejado pegar ojo…
miércoles, 18 de octubre de 2006
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