Legamos a las 6:00 al pueblo de cambio de bus… Una persona vestida con el uniforme de la compañía con la que he venido me guiará a un minibús que me llevará hasta Parapat, por supuesto sin coste adicional. Tras pasar un rato esperando Se acerca uno de esos “amigos instantáneos” y me suelta lo primero: “Spanish, eh?”. Ya me mosquea que sepa mi nacionalidad y está claro que se la han dicho porque quiere algo de mí, algo relacionado con dinero, claro… No le hablo y le digo que estoy comiéndome unas galletas. Se sienta al lado y trata de establecer conversación, me saca un mapa de la isla de Samosir (la isla del centro del lago Toba, donde voy, que es el mayor del S.E. asiático y que es resultado de una gigantesca explosión volcánica hace 100.000 años… Los científicos dicen, tras mediciones de ceniza en el subsuelo, que deja en mantillas al krakatoa y que tuvo dimensiones casi apocalípticas) Pues bueno, me saca un mapa, decía, y yo le contesto que tengo uno mejor en la guía… El “gachó” me suelta entonces, que el minibús va a tardar mucho y que voy a llegar a Parapat muy tarde… Le digo que me deje en paz, que ya tengo bus de sobra… Me dice que es mi amigo y que solo quiere informarme… Yo, que deseo estar tranquilo, decido librarme de él por las buenas y por la vía rápida: diciéndoselo claramente… Le digo que no es mi amigo y que no siga dirigiéndome la palabra… El otro reacciona abriendo los ojos asombrado y se levanta, cambia un poco de sitio y empieza con una larga letanía de insultos que hacen que estalle y que le grite que si no para de molestarme llamaré a la “polisi”… Se lo repito a grito pelado y surte efecto… Para al instante su maraña de insultos y se va asombrado de mi reacción… Menudo “amigo” el colega… ¡Como para dejarle la cartera a mano!

El minibús llega 2 minutos después y lo cojo… Por el camino va recogiendo a gente… Una de las veces el “recogido” es mi interesado interlocutor de antes, al que miro asombrado de que esté allí y eso me mosquea… Le sigo con la mirada hasta que se sienta detrás y el no se atreve a levantar los ojos… No obstante, le clavo los ojos de vez en cuando por si pretende algo… No pasa nada, se baja un poco después… Llegamos a Parapat a las 7:00 y nos deja en el puerto. Yo pregunto por la Charly guest house y resulta que está al lado. Los precios de las habitaciones se han duplicado porque el pueblo está lleno de gente local que anda de vacaciones tras el ramadán, y es verdad que luego me doy una vuelta por allí y no hay una cama libre… He tenido suerte con la habitación del Charly que además tiene una esposa qu cocina de miedo y a buen precio… El tipo me recibe con música española cuando le digo mi nacionalidad… Solo hay la pega de que no hay agua caliente y aquí, en tierras altas de montaña, da gusto tenerla, además no ha ducha sino el típico “mandir” de aquí, una pila y un cazo con el que ir echándose agua… Pero me tomo una ducha y compruebo que no está tan fría como creía… Salgo luego a ver si puedo cambiar algo y solo encuentro algo interesante en una pequeña agencia de viajes, los bancos están cerrados por las fiestas… En este local, además, he cogido información sobre costes de transporte a Yakarta, Jogjakarta y Bali… Me interesa Jogjakarta por 380.000 Rp. (42$) con cincuenta y tantas horas de viaje en minibús. El tipo me dice que además el coste baja un 30% después de las fiestas a partir del 10 de Noviembre…

Parapat no tiene mucho que ver y mañana tomaré un ferry hasta Samosir (concretamente un lugar llamado Tuk Tuk) y allí preguntaré por sitios para dormir, ya que no hay ningún viajero “blanco” por aquí, solo uno tan solitario como yo que para en el restaurante para comer algo con su mochila y luego irse a coger el ferry… Creo que es allí donde hay que ir, no aquí. Chequeo la lonely planet y veo buenos precios… Mañana vamos para allá… La mujer del Charly me dice que cuesta 7.000Rp. el ferry (60 céntimos de euro, aprox.) pero no me informa bien de horarios…