Hoy ha sido un día de tren a toda pastilla… y con gran retraso incluido… Lo primero, al comenzar la jornada, ha sido salir del hotel hacia la parada de jeeps… Me ha tocado un conductor simpático con el que me ha agradado mucho estar charlando (también con el chaval que iba sentado a mi lado en los asientos delanteros)… El paisaje es precioso y me he apuntado volver con más tiempo a la zona… Dios dirá…

Llegada con tiempo a Siliguri… Después de despedirme del “driver”, me he encaminado a sacar el ticket a New Jalpaiguri, la estación cercana desde donde sale mi tren hacia Delhi… Tengo tiempo de sobra para sacar el billete y comer algo en la “refreshement room” (la cantina) de la estación… Me siento en el andén indicado para mi tren y veo que este tarda de lo lindo, haciéndo acercar “peligrosamente” la llegada del tren local a New Jalpaiguri, con la de la salida del convoy a New Delhi… En esto, nos llega un policía que, sin entender ni jota lo que yo le decía, se extrañaba de que estuviera en la estación anterior a la que indicaba mi billete… Tras arduos intentos de comunicación, finalmente el tipo comprende mi “plan” de tomar un tren de cercanías hasta la estación principal, en vez de tomar Rickshaws o taxis… Me quedo de nuevo solo, pero preocupado… El tren está tardando un güevo y el retraso es ya de casi una hora y media… Finalmente, y luego de preguntar repetidamente al amable e impasible mascador de betel que llevaba el stand de té que había en el andén, el tren llega y puedo ocupar mi preciado asiento… En unos tres cuartos de hora el tren llega a New Jalpaiguri…

Pero aquí, compruebo que estoy en la India de lo indescifrable e impredecible… El tren a mi siguiente destino, lleva también retaso… Cuando llega el vehiculo, el retraso calculado es de unas tres horas para el tren a Nueva Delhi…

Por supuesto, me quedo dormido enseguida del puñetero cansancio que llevo encima…