miércoles, 4 de julio de 2007

Me he despertado a las 5:30… He subido al techo a ver el amanecer y tomar unas fotos del paisaje… Se desayunaba a las 7:00 y pico, así que tenía tiempo… Desde un barco cercano, unas cuatro personas con la misma idea que yo, me han saludado y yo les he respondido con complicidad… La luz ha ido mejorando gradualmente…

A un costado de la baranda, entre restos de botellas, he descubierto la navaja multiusos del neozelandés, la he recogido y se la he dejado abajo en su mochila… El tío dormitaba como un cabrito y le he echado una foto con la boca abierta…

En el desayuno estábamos pocas personas… Mis compañeros de mesa, una pareja de chinos de Singapur y la pareja australiana (colegas-hermanos de cámara CANON) estaban… También un simpático chico inglés llamado John (¿cómo no?)… El desayuno ha sido apetitoso, pero algo escaso…

En el techo, había una chavala holandesa que chapurreaba el español y me he quedado con las ganas de andar algo más con ella, pero era del grupo de los “tres días”, es decir, de los que pasarán una noche en un hotel de la isla de Cat-Ba y se adentraran en el parque reserva nacional al día siguiente… Este grupo ha tenido que cambiar de barco y nosotros, los del grupo de “dos días”, hemos seguido deambulando entre las islas de la bahía hasta llegar al puerto de Halong city y una vez allí, tras la suculenta comida, hemos cogido el minibús que nos llevaría a Hanoi de nuevo…

No han estado mal los dos días, a pesar de que (como buen mochilero) soy poco amigo de excursiones “organizadas”… En este caso era la mejor opción, ya que no existe mejor manera de visitar este paisaje de islas abruptas, que navegando en un barco… El pasar una noche en un camarote de madera, arrullado por el mar, es otra gozada que solo de esta manera se puede disfrutar… El precio estaba bien y la calidad no andaba mal del todo… O sea que: “Chapeau!”

En el minibús, he estado sentado al lado de una pareja coreana a la que no le ha gustado nada Vietnam por lo ruidosa, lo avarienta y por su conducción temeraria a través de las carreteras… Son verdad las tres cosas y la tercera, que conducen con el culo, se ha demostrado en el trayecto de vuelta… Hemos tenido una par de frenazos y hemos tenido que salirnos de la carretera porque un camión que adelantaba se nos echaba encima…

Me he despedido de los chinos de Singapur y de la pareja australiana (los dos grupos han sido muy simpáticos y abiertos conmigo) y he sido el último al que han dejado en su guest house… Mi mochila estaba en la puerta de la habitación, que me habían reservado sin problemas: Lo mejor es que el aire acondicionado funciona de maravilla, y aquí eso es de agradecer… Me he acercado al cyber y he llamado a la familia… Tras eso, he vuelto a la habitación, me he duchado, he hecho la “colada” y he caído rendido en la sábanas limpitas de mi habitación… Sobre las 3:00 de la madrugada me he despertado para coger los vaqueros que estaban de remojo con el detergente en el lavabo, los he aclarado, los he escurrido y los he tendido frente al ventilador… Luego de esto me he vuelto a dormir como un príncipe…

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