miércoles, 11 de julio de 2007

Recién levantado, alrededor de las 6:30, he ido a despertar a Rubén. Ayer me lo había pedido. Cuando he tocado a la puerta he notado que ya andaba medio trajinando… Ha salido y nos hemos despedido… Después, he cogido las mochilas y me he dirigido a toda pastilla a la calle del monumento a la democracia y he tenido la suerte de encontrar uno de los buses que iban al monumento de la victoria, que es de donde salen los buses (esta vez el 551) hacia el aeropuerto…
He estado yendo para un lado y para otro, trajinando con los bártulos, hasta que he dado con el dichoso autobús… Una mujer muy simpática, la cobradora del autobús, me ha señalado donde dejar el equipaje y, aunque he tenido que pasar un tiempo de pie, la mayor parte del trayecto he estado cómodamente sentado…

Tras llegar a la parada de buses del aeropuerto, he cogido el shuttle bus, que me ha acercado a la sección de “departures”… He dormido algo durante las horas previas a la facturación, pero finalmente hemos pasado a la puerta de embarque, en donde me he librado de milagro (y no se cómo) del chequeo del peso del equipaje de mano… A casi todo el mundo con equipaje en exceso, le han pesado los bultos…




He comido durante el viaje un riquísimo pollo al curry que me ha sentado de miedo… Detrás de mí he oído hablar español; eran unos mejicanos ya mayorcitos, que iban de viaje por Asia… Me han pedido información de India, en la que estaría un par de semanas, y nos hemos intercambiado los emails… Quizás no nos escribamos, pero han sido unos simpáticos compañeros de viaje…

Llegamos a Kolkata y allí, paso un largo tiempo hablando en medio-francés con la señora, de elegante sari, que me sellaba el visado… He sido el último en coger mi mochila… Voy a cambiar unos 20$ para tener para el taxi y allí conozco a un israelí y a un japonés, a los que propongo que paguemos un taxi a medias hasta Sudder Street, que es donde está el meollo mochilero de Calcuta… Les ha parecido de puta madre y tras sacar un ticket de prepago y acordar dar algo más al conductor por “exceso de equipaje” hemos recorrido elcaótico camino que nos llevaría al centro de la ciudad…




El israelí se llamaba Geva y era cerrado y tímido como él solo. El japonés estaba estudiando algo de español y llevaba un libro de castellano para nipones… Hemos llegado a la calle Sudder y el japonés se ha ido a la guest house “Paragon” y el israelí y yo, hemos tratado la del ejercito de salvación, la “Red shield Salvation Army”, en la que tantos buenos momentos pasé hace 10 años… No había camas, así que nos hemos dirigido al “Paragon” y nos hemos pillafdo un par de habitaciones… Tras esto, una vuelta por los alrededores y una visita al “Khalsa Restaurant” para ver si me recordaban y, claro está que no… Por la mañana pasaré a desayunar y luego iré a tomarme un Yogurt al “Curd Corner”… He acompañado al chaval judío a enseñarle un poco la zona y le introducido en los misterios del “masala dosa”, el delicioso tentempié de India… Parece ser que ha desaparecido el cine que había enfrente del “Mercado Nuevo” y lo han convertido en unos grandes almacenes… Deseo de todo corazón que la explosión del video digital y el DVD, no acabe con la delicia del ambiente del cine popular indio y la fiesta que traía “Bollywood” a las pobres almas machacadas de Bharat (“India” en hindi)…

La gran sorpresa es que Calcuta está lleno de españoles… Me ha dado una especie de “repelus” comprobar que el extracto social del que provienen es “jipi-pijo”, es decir, niñatos pijos vestidos de hippies… Bueno, según parece solo abundaran por Calcuta y quizás me los encuentre en alguna playa o centro turístico tipo Goa o Agra… Pero tampoco me haga mucho caso el que lea ocasionalmente estas páginas… Me he dado cuenta que he devenido, con el tiempo y las malas experiencias, en un tipo constantemente enfadado, que anda de cabreo en cabreo, con un grandísimo ego inflado y dolido y al que quizás le hastíe la presencia de la juventud que comienza a remontar el vuelo y a toparse de lleno con la vida… No estoy seguro, pero algo de esto hay mezclado con algo de certeza en las primeras observaciones… Es cierto que el tipo de viajero que se mueve por Asia en estos tiempos, es bastante diferente al que abundaba en mis primeros viajes y esto lo opinan casi el cien por cien de la gente que estuvo en otras épocas por aquí y algún “residente” también… No obstante, debo de darme cuenta que yo “voy p’abajo”, mientras que por detrás viene gente nueva, con ilusión y alegría, a la que todavía no le ha tocado de lleno la tristeza y que va, claramente “p’arriba”… Así es la vida y a mí no me gustaría acabar hecho un viejo cascarrabias… Espero que no… Please! :-s


Por la noche me he dormido algo tarde, los jovencitos a los que he aludido (de varias nacionalidades) no han parado de charlar y reír hasta las tantas, justo en la mesa de enfrente de la puerta de mi habitación… Mañana veré de cambiarme, ya que parece que es el centro “neurálgico” de reunión de los chavales… Que Dios me pille confesao…

No hay comentarios:

Publicar un comentario