Por la mañana he dado una vuelta buscando un hotel que “fletaba” buses para Bandung, la única plaza para poder acceder a buses para Somatar o, en su defecto, a Yakarta y de ahí a Sumatra. El hotel estaba desierto, como todos los de aquí después del tsunami, pero un chaval me ha señalado una agencia cercana… Me he acercado y también andaba fuera de servicio, pero no me he arrepentido, porque he podido conocer a otro residente muy interesante: Salim…
Estando hablando con el gerente de la pequeña agencia y ante mi pregunta sobre alternativas para autobuses a Bandung, este ha parado a un hombre joven y moreno con la nariz lo suficiente grande como para no ser indonesio… Como todos los residente, hablaba bien el bahasa y cuando le he preguntado de dónde era, me ha contestado que de Francia. Su aspecto era Argelino, quizás hijo de algún “pie negro” de los que arribaron a Francia después de la independencia argelina en los 60’s… En efecto, se llamaba Salim, nacido en Francia, de origen argelino y madre berebere de cara tatuada, casado con una indonesia y padre de dos de hijos… Hablando con él, se han pasado varias horas… Sobre el Islam y otros temas más… Me ha dado toda la información utilísima que me hacía falta… Tengo que coger un autobús de la compañía “Budiman” que me llevará por 24.000 Rp. A Bandung y, una vez allí, coger un autobús “Damri” que me llevará al Alun-Alun (como se llama al centro de las ciudades aquí y en donde suele haber algún mercado de vez en cuando) Del Alun-Alun, camino unos 10 minutos hasta la estación de tren (fácil de encontrar con el plano) Una vez allí busco, a pocos metros de la entrada principal, un hotel barato (20.000 Rp.) que se llama “Harga”…
Me ha hecho un esquema del “proceso” a seguir y me lo he guardado… Después de esto, ha llegado un residente alemán (¡¡¡Que era uno de los escritores de la Lonely Planet en versión alemana!!!) y tras un rato de charla sobre el tsunami y política local, Salim se ha ido a comer y yo también me he despedido para lo mismo…
Buscando sitio, me he pasado a la otra orilla de este istmo que es Pangandaran, donde en un lado tenemos playas de arenas negras volcánicas y en el opuesto, arenas blancas oceánicas que están en su mayoría ocupadas por canoas de pescadores… He echado fotos, algunas sobre personas que son muy bonitas, y luego he bordeado el final de la playa para volverme a meter en dirección al pueblo… Ha sido cuando me he parado en un puestecito del camino donde estaba una de las indonesias más sensuales que he visto… Me he tomado un par
de tes helados y he comprado servilletas de papel y aguja e hilo para coserme la camiseta que llevo descosida… Ella, que hablaba un buen inglés, no ha permitido que me llevara la camiseta descosida y allí mismo me la ha cosido… Le he dado las gracias antes de reanudar mi camino y ella me ha dicho que tenía habitaciones disponibles muy baratas… Le he replicado que ya tenía hotel y ella que la cosa va muy mal después de omnipresente tsunami… Todo el mundo está jodido por aquí después del desastre…
Después de eso, he vuelto al hotel… Mañana me voy a Bandung…