martes, 21 de noviembre de 2006
No se ven turistas. Indonesia tiene una gran crisis de visitantes después de los tsunamis y las bombas de Bali… De todas formas aprovecho para acercarme a la estación y preguntar por precios y horarios a Banjar, que es desde donde he decidido acercarme a la playa de Pangandarán… Tengo el tiempo suficiente de aproximarme al Kratón (Palacio del Sultán), que no se parece en nada al de Yogya y parece que ha pasado un huracán por sus patios, ya que todo está desordenado y polvoriento… No obstante, los alrededores me fascinan y paso casi todo el tiempo embelesado con estatuas de dioses hindúes que hay por los barrios adyacentes, con sus pujas (ofrendas) recién puestas y su atmósfera pre-islámica… Me doy cuenta de que no solo hay indonesios hindúes en Bali; sino que esta religión, con su toque animista y trinitario (Trimurti: Brahma, Vishnú, Shiva) especial de estas islas que lo diferencian un poco del hinduismo de la India, sigue vivísima y coleando aquí en Java, la más poblada de las islas de este archipiélago… Echo un montón de fotos y luego vuelvo sobre mis pasos hacia el hotel ya atardeciendo… Voy a mi habitación y caigo agotado en la cama… La diarrea está controlada, pero necesito descansar… Duermo casi doce horas… De madrugada voy corriendo al baño… Tengo la primera diarrea del viaje. Sé que no es de origen bacteriano, sino del palizón que me di a mi llegada nocturna cargado con la mierda de equipaje que estoy llevando en este viaje… Aunque son las 4:00 salgo y pregunto al recepcionista si tiene una coca-cola y una botella de agua mineral… Con esto se puede fabricar un suero de rehidratación de urgencia que me va muy bien después de cada viaje al baño… Luego buscaré suero en alguna “apotik” de por aquí…
Estoy tan débil que paso casi toda la mañana en la habitación, yendo y viniendo al escusado… Alrededor de las 12:30 me siento algo mejor y salgo a dar una vuelta y a comprar “Oralit”, la rehidratación para diarrea que se conoce por estos andurriales… Pregunto en varias apotik, pero no me entienden y yo no sé la palabra en Bahasa para “diarrea”, así que me dedico a hacerme entender por mímica: Agachándome, imito el ruedo de los pedos diarreicos y con la mano intento que se imaginen la mierda y los fluidos saliendo por el culo, mientras grito desesperanzado la palabra inglesa: “diarrhea, diarrhea”… La mayoría observa mis evoluciones con ojos sorprendidos y algo asustados, pensando que están ante un peligroso loco demonio extranjero… Al fin doy con alguien que me entiende y consigo los preciados sobrecitos…
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