Me levanto a las 9:00 y paso el día andando para ver una mezquita en donde encuentro a un tipo que habla español porque ha estado viviendo en Barcelona… Sigo y, por unas callejuelas encantadoras, encuentro un vejete que al saber que soy español, empieza a rasgar una guitarra imaginaria y, desafinando como un condenao, me interpreta “malagueña salerosa” y “granada”… Lo grabo en video y él luego continua con Dean Martin, Doris Day y Frank Sinatra como si fueran también de Andalucía… Es propietario de un pequeño shop de zumos (los mejores y más baratos que he visto hasta el momento) y me tomo un par de zumos de mango deliciosos por unos 20 céntimos de euro…

Me despido de él tras un rato y continuo en éxtasis por esas callejuelas tomándome a gente amabilísima por el camino… No sé si soy yo, que tengo uno de esos días “luminosos”, o si es Yogya, la ciudad por donde estoy caminando… Me da tiempo de darles la paliza a unos jóvenes musulmanes que encuentro cerca del “Kraton”; después a visitar una escondida especien de escuela con niños y unos muñecos tradicionales de Java y unos instrumentos musicales típicos también de aquí y más tarde me acerco al mercado de los pájaros, en donde grabo a uno de esos lagartos de metro de largo tan comunes del sureste de Asia…

Por la noche, Encuentro a Martin y al holandés que me cuentan su peripecia motera, pero me encuentro cansado y me voy temprano a la cama, que es un cuarto nuevo de color naranja al que me han cambiado…