viernes, 15 de junio de 2007

De mañana hemos emprendido una caminata alrededor del lago. Es más bien un estanque grande en donde hay patines de agua bastante kitsch con forma de cisnes… Hay varios muelles en donde la gente local se pone a pescar y muchos bancos donde las parejitas miran a las aguas abrazadas y algunas, por supuesto, intentan meterse mano cuando nadie les ve… Había un parque floral que costaba 8.000 Dongs y en el cual no se me ha ocurrido entrar… Hay suficientes flores por todo el contorno y observarlas es completamente gratis…
El punto mejor ha sido el encuentro de un pequeño templo escondido estilo “zen” que tenía una atmósfera serena y encantadora, como todos los templos zen… No olvidemos que aquí, en Vietnam, el budismo es mayoritariamente “mahayana” y que también existe la escuela zen (especialmente la “soto”) y que ha habido grandes maestros muy conocidos a nivel internacional por su talante ecléctico, su sabiduría, y su buen hacer como Tich Nhat Nanh, que además es de una claridad y sencillez pasmosas, estando traducido a casi todos los grandes idiomas del mundo… He visto un cuadro de Boddhidharma, el gran patriarca budista que viajó de India a China y que se reunió con el emperador… Hay una famosa anécdota de este encuentro y se refiere a que este monarca le contó a Boddhidharma que había construido muchos monasterios y templos y le preguntó que cuantos méritos había conseguido por ello; Boddhidharma, después de un silencio, le contestó: “Ningún mérito”… Tuvo que estar escondido por varios años y cuenta la tradición, que los pasó en el interior de una cueva en meditando en za-zen y mirando hacia una pared… Por eso casi todas las escuelas zen (especialmente “soto”) de China, Corea, Japón y Vietnam practican el za-zen de cara a la pared… No así la escuela Rinzai, pero eso es otra historia…
Viendo la imagen de Boddhidharma y, luego contemplando una pequeña ceremonia que oficiaba un monje y los sonidos metálicos y de madera de los instrumentos que usaba, he comprendido que era zen… Tenía todo su “aroma”… Más tarde he intentado hablar con él, pero no sabía ni jota de inglés y solo nos hemos podido sonreír… En fin, casi sin dudar, recopilando todos estos datos he podido deducir que el monasterio pertenecía a esta fascinante, directa y “surrealista” escuela del budismo… La insistencia machacona en la conciencia del “instante presente” y la delicadeza de las formas del monje y del entorno no han dejado lugar a dudas… ¡He conocido el zen vietnamita! Bueno, eso de “conocer” es algo arrogante por mi parte; digamos que lo he “identificado”… :-)
Luego, después de este tiempo delicioso, me he despedido y he proseguido mi camino hasta llegar a la Catedral católica de Dalat… He fotografiado una estatua blanca de Jesús abrazando a un cordero que me ha gustado… He seguido caminando para dar, con algo de dificultad, con un pequeño monasterio budista chino que, según dicen, está habitado por un monje encargado de su custodia que está algo loco y es famoso por sus pinturas… Este templo (más que monasterio) no es zen, es de una de esas ramas mahayanas chinas que son algo más “devocionales” y algo menos prácticas que el zen, acercando este tipo de budismo a religiones como el cristianismo, el Islam o al hinduismo… Buda desaconsejaba la devoción y hacía hincapié en el entrenamiento y la práctica constante en la consciencia del “aquí-ahora”… Cosa que, desde mi interpretación, creo que también aconsejaba Jesús; ya que para este, era mucho más importante lo que uno hacía que todas las visitas a los templos del mundo… Para Buda, es más importante lo que uno hace que en lo que uno cree… Por eso cuando le preguntaban por la existencia de Dios o los dioses, guardaba un profundo silencio…
En fin, el templo estaba cerrado y como ha empezado ha lloviznar, me he vuelto (como quien dice, dándome patadas en el culo) a la guest house… Por el medio del camino ha apretado y cuando he llegado, andaba empapadito… Me he dado una ducha caliente y he aprovechado para escribir estas notas del día… Por la tarde-noche ha vuelto a llover, pero a pesar de ello me he dirigido al cyber para chequear algunos “puntos” y tratar de hablar con la familia…
A la vuelta, mojadito y tal, me he puesto en el ordenador la serie “Rome” y algo más tarde me he quedado dormido… Mañana es mi última noche en Dalat… Esperemos que el día transcurra menos lluvioso y pueda pasear tranquilo por la zona…

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