La sesión la he resistido (asombrosamente) muy bien a pesar de mi falta de práctica y tras una media hora de za-zen, A sonado la campanilla y, luego de un rato largo de auto-masaje en extremidades y articulaciones, nos hemos levantado y hemos comenzado la meditación caminando (kin-hin en japonés)… Tras esto, la ceremonia de Sutras y postraciones ante el Buda… Me han pedido que me quedara a comer… Su comida vegetariana estaba de miedo… Bromeando, me han comparado con el patriarca Bodhidharma (por sus largas barbas tan raras de ver en el budismo) y también me han dado un pequeño Buda de arcilla de India. Es un Buda de pié, de los que tanto se ven en escuelas Theravadas… Luego, me han preguntado si quería dormir una siesta. Les he contestado que ya bastaba de molestar por mi parte… He firmado en un librito que tenían, comprobando que algún que otro “hermano” (solo uno, el resto eran algunas “hermanas”) en el Dharma, se había acercado también fuera del “circuito turístico” a ver a las monjitas y practicar algo de meditación… Les he echado una foto, que he prometido mandarles por Internet y, después de despedirme de todas, me he vuelto para casa… Durante el resto de la jornada nada más destacable que el paseo por la noche a la ribera de río… Habían unas luces que apuntaban al cielo y se oían ciertos compases musicales en la lejanía… He seguido esas luces… Eran unos focos que estaban siendo preparados para no sé que festival de música y, de hecho, esa era la música que oía… Luego he ido tras los colores de las luces que recorrían la orilla… Verdaderamente han sido momentos deliciosos… Hoi An es una plaza encantadora en donde vivir un tiempo… Yo, en este caso, no tengo tiempo… Hemos vuelto a la cama luego… Mañana tenemos bus tempranero para Hué…
sábado, 23 de junio de 2007
Por la mañana, me he levantado con tiempo de tomar un desayuno y emprender la ida al “desconocido” templo femenino de Thien Tu Bao Chau para hacer (o “no-hacer”, que diría algún loco maestro) allí meditación… He comprobado que se medita cara al Buda y que usan un cojín (zafu) casi cilindrico para sentarse… Para las manos (una idea cojonuda a adoptar) utilizan otro pequeño almohadoncito… Por lo demás todo igual, si salvamos la pequeña diferencia con el zen japonés, que posa la palma izquierda sobre la derecha, mientras que en la mayoría de las escuelas fuera de estas islas, se posa la derecha sobre la izquierda, sin importar si son mahayanas o theravadas…
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