Hoy hemos ido al lago también, con la idea de encaminarnos más tarde hacia el mausoleo de Ho Chi Minh… El calor ha sido insoportable y la camiseta la tenía empapada en segundos… Las motos parecían hoy más pesadas que de costumbre… En el camino estaba la estatua de Lenin, con todo su melancólico sabor añejo y como ejemplo claro de la brevedad de la vida y la insustancialidad de todas las ideas, que son también, como nosotros, polvo que pasará al olvido…

El mausoleo con la tumba del cuerpo embalsamado del líder de la revolución e independencia vietnamita, estaba cerrado, estando solo los guardas vigías a la puerta… He intentado acercarme a la última residencia que tuvo en vida, pero cobraban demasiado para compensar mi escasa curiosidad… Me he conformado con fotografiar el mausoleo y la zona aledaña…

Me ha gustado la pequeña pagoda (One Pillar Pagoda) que hay cercana, en donde está alojado Avalokitesvara, el Bodhisattva de la compasión… Solo que había mucha gente dando vueltas, ya que el lugar es casi un centro de peregrinaje...

Volviendo a la habitación, me he topado con un vendedor de yogur y me he tomado una buena dosis… No estoy tomando mucho lácteo en el sudeste asiático… Por eso son casi todos una panda de enanitos… No así en India, en donde encuentras “lassi” por todos lados y forma parte importante de la dieta… Ya tengo ganas de andar de nuevo por allí; aunque la paciencia la tengo minada por esta parte del continente, la India la recuerdo siempre con otro talante y con mucho cariño…

Me he dirigido a la habitación pronto y allí he escrito algo en el ordenador… La noche no ha ido mal… La cama de mi habitación está a ras del suelo sobre un somier de bambú y, para mí, es mucho más cómodo dormir así que estando más alto… Además, la TV (de la que he tenido “mono” en este viaje) también arrulla lo suyo…