miércoles, 27 de junio de 2007

Me he levantado tarde, sobre las 11:00 y luego de arreglar los trastos que faltaban luego he bajado para pagar y pedir de dejar los bártulos en la guest house. No ha habido problema, como esperaba… Luego he cogido y me he dado una vuelta para echar fotos al templo de Cao-dai. Esta vez estaban dentro algunos fieles y un sacerdote joven… Sin hablar mucho inglés, me han ofrecido té y propaganda en francés sobre la secta… Tras un ratito, me he abierto para la Catedral…

La tienda en donde compré los dulces, los habían puesto automáticamente más caros… No he comprado, claro está… Luego he vuelto despacio a la zona de la guest house y he dado una vuelta por alrededores… He seguido el río de aguas verdes y sus orillas y he tomado algunas fotos… Hay algunos rincones muy agradables para sentarse y tomarse algo frente a las aguas y cubierto por la sombra de árboles…

Sobre la 16:00, me he llevado el equipaje al Sinh Café y después de comer una sopa de carne de buey, me he metido a Internet y, ya cercana la hora, me he dirigido al Sinh Café… El bus ha salido un poquito más tarde y, como me imaginaba, he tenido problemas con el asiento; pero como tuve la anticipación de que me escribieran la reserva en el boleto, me he quedado con mi sitio… De todas formas, estoy cansado de luchar todo el rato en estos países… Pero mucho me temo que esta lucha también continúa en España… Para muchas cosas mi país es igual de desesperante, dado el poso fenicio-africano que escupió en nuestra sangre…

La noche ha pasado incomoda, con el tipo que hace de revisor dormido en el pasillo a mi lado y apoyando de vez en cuando la rodilla en mi equipaje… Le he lanzado alguna patadita que otra… No valía para nada, duermen profundo estos orientales… A mi lado, también tenía a una tipa a la que tenía que levantar la cabeza de mi hombro cada dos por tres…

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