Sobre la 16:00, me he llevado el equipaje al Sinh Café y después de comer una sopa de carne de buey, me he metido a Internet y, ya cercana la hora, me he dirigido al Sinh Café… El bus ha salido un poquito más tarde y, como me imaginaba, he tenido problemas con el asiento; pero como tuve la anticipación de que me escribieran la reserva en el boleto, me he quedado con mi sitio… De todas formas, estoy cansado de luchar todo el rato en estos países… Pero mucho me temo que esta lucha también continúa en España… Para muchas cosas mi país es igual de desesperante, dado el poso fenicio-africano que escupió en nuestra sangre…
La noche ha pasado incomoda, con el tipo que hace de revisor dormido en el pasillo a mi lado y apoyando de vez en cuando la rodilla en mi equipaje… Le he lanzado alguna patadita que otra… No valía para nada, duermen profundo estos orientales… A mi lado, también tenía a una tipa a la que tenía que levantar la cabeza de mi hombro cada dos por tres…
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