El chico encargado de recogerme ha llegado sobre las 8:30 y parece ser que no encontraba la guest house… Me he ido con él hasta el minibús que nos llevaría a un grupo de 7 occidentales y 6 locales a nuestro destino de hoy… La gente europea que venía en el bus eran 5 chicas y un viejo francés… A mi lado iba sentada una chica española, hija de inglesa y español, que se llamaba Ana… Entre las otras chicas había una que destacaba por su belleza y podía chapurrear algo español, que era una norteamericana llamada Angela… Por mi parte, ha sido un placer el encontrar a Ana y poder hablar en mi lengua todo el rato… Su madre era una de las inglesas que nacieron en India y luego retornaron a su país de origen, por lo tanto, Ana conocía la India “in person” y primeramente a través de relatos de su madre…
Durante el trayecto solo se oía el español, cosa que estaba muy bien, ya que solo se oye inglés por todos lados… Ana trabaja como instructora de profesores para el “British Council”, creo, y le pagan la estancia por los países por donde va… En este caso 8 semanas en Vietnam…
Tras varias horas de minibús, hemos llegado a un embarcadero en el río… También hemos encontrado a dos madrileños que, más tarde, me han parecido impresentables… Iban con camisetas de fútbol y no eran el paradigma de la comunicación y brillantez hispanas… En los tenderetes del puerto estabam expuestas en unos grandes frascos de vidrio, unas suculentas serpientes en conserva listas para ser devoradas por el personal... Desde este embarcadero, nos han montado en unas barcas de remos que, por primera vez en este viaje, no estaban construidas en madera, sino que estaban hechas de metal… Un chaval se ha puesto en la popa con un remo en cada mano y Ana y una chica australiana delante de él… Había otra banqueta más cercana a proa y en ella me he sentado yo…
La primera parada ha sido en un templo chino que lo único destacable que tenía era su entorno natural y su embarcadero de llegada, el resto estaba muy descuidado y deslucido…
Hemos seguido enseguida hacia la cueva de la Pagoda del Perfume… Pero primero, hemos hecho un stop para llenar un poco el buche y creo que hemos comido bastante bien… Tras esto, hemos subido la larga escalinata de 3 km que llevaba a la caverna en donde estaban alojadas las imágenes de los Budas… Mucho sudor y sed y no había buena luz para tomar fotos del maravilloso paisaje montañoso de la zona… Había, eso sí, una bruma muy dramática que cubría las cimas y gracias a eso, no ha pegado el sol… Tampoco ha llovido, cosa que ha sido de agradecer…
Luego de una hora que nos ha tomado regreso, hemos tomado el barco de vuelta y más tarde el minibús… Tras un recorrido de un par de horas, hemos llegado de nuevo a Hanoi y el vehículo nos ha ido dejando a cada uno en nuestro alojamiento. Primero a Ana y luego a mí… Me he despedido de las compañeras del día y luego he ido a cenar… El día ha sido bueno… Lástima de la falta de luz… Esperemos que no transcurran así los días de Halong Bay…
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