El desayuno de hoy ha estado muy bueno y consistía en unos de esos spaghetti chinos con carne de buey y verduras, que se sirven bañados en un caldo delicioso… Mañana volveré, a pesar de que no son tampoco muy baratos… Luego he vuelto a ir al templo de ayer, tras pasar por un supermercado y comprar yogurt, leche con chocolate y fresa y algún pastel… No había nadie, luego hice bien en acercarme ayer Domingo (con todo su batiburrillo y tal)… Hoy, sin embargo, estaba mucho más tranquilo… Después de un ratito, en donde me han tratado de invitar a un té, que he rechazado, me he vuelto al dormitory que comparto con varias personas… Una de ellas, es una chica francesa que habla muy bien español… Ayer hablé un rato largo con ella, pero esta mañana temprano se ha marchado a Dalat (De donde yo venía)

Por la noche, he tratado de dar una vuelta por la playa… Pero había mucha gente local… Están en su derecho de desbordar ruidosamente la orilla por la noche, no olvidemos que están en su país, pero son otro de esos coñazos asiáticos, en donde los grupos se sientan mirándote a ti y no al mar… Unas barbas de un tío largo, de gran nariz y ojos azules, llama más la atención que el brillo sereno de la noche en el agua… Tras tratar de buscar, infructuosamente, un sitio recoleto y alejado de la multitud, he vuelto sobre mis pasos al “dormitorio”… Luego de zamparme casi todo lo que había comprado en el supermercado, un sueño dulzón ha ido invadiéndome y, casi de puntillas, me he quedado frito sin darme cuenta… Eso sí, he tenido la hostia de sueños… Ando bastante cansado y eso se nota…