Voy a la habitación más barata… Me pilla mucho más cerca de la estación de bus y me vale para descansar… Hay una argentina muy seca y de gestos duros, quizás (he imaginado) golpeada por la vida, en mi habitación… Me tomo unos mates con ella…
El dueño del hostel va olisqueando lo que va haciendo cada huésped y es un poco pesado… Aún así esta noche me valdrá para descansar algo más barato que en la anterior guest house…
Paseo por las calles más céntricas de Puerto Madryn y doy una gran vuelta por sus plazas… Conozco la pequeña iglesia histórica y, justo al lado, flipo con una tienda de objetos religiosos en los que se incluyen amuletos “paganos” contra el mal de ojo…
Me voy a la cama tempranito…
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