Hoy he dividido el día entre paseos por el pueblo y alrededores y trabajar en el ordenador…
José me había comunicado que había una conexión Wi-Fi (inalámbrica) en el desierto restaurante del camping y que, claro está, era gratuita… He plantado el trasto en una mesa apartada y he comenzado la labor… La conexión ha funcionado tan bien, que me he atrevido a usar mi flamante cuenta de Skype (Yahoo Messenger es más barato, pero no para de dar problemillas) para hablar con la familia… Todo anda bien por España, salvo algún contratiempo de última hora sin importancia que no voy a especificar aquí… Esperemos que todo siga OK hasta mi vuelta…
La llegada de un verdadero bocazas de aspecto heavy metal, llamado Fer y proveniente de un pueblo pirenaico de Cataluña, ha sobresalido algo sobre la apacible vida del campamento… Habla a gritos, no tiene sentido de la vergüenza, cuenta chistes malísimos y es algo borrachín… He procurado alejarme de su pegajosa presencia… No habla más que un mal español y nada de otro idioma (salvo, seguramente, un mal catalán), por lo que cree que estar dirigiéndose a gritos a los no hispano-parlantes va a paliar algo su incomunicación… Me avergüenzo algo de que venga de mi país… Me recuerda mucho a Xabi, el vasco que me encontré rulando por Malasia; aunque este tenía una cierta calidad humana, una ingenuidad y una ocasional melancolía, que lo hacían, a pesar de sus defectos, una muy buena persona… De todas formas es bastante manejable, como todos los papanatas de su estilo…
Tras actualizar bastante mis trabajos del BLOG, he quedado lo suficientemente satisfecho como para “plegar” y dejar el ordenador…
La noche ha sido muy tranquila, ya que la camarilla que andábamos los días anteriores por el lugar, se ha ido desgranando poco a poco hacia otros destinos de esta interminable Patagonia y quedamos, escasamente, José y yo…
Noche fresquita en el exterior, aunque confortable y cálida dentro de la tienda…
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