Puerto Madryn

Hoy llegamos a Puerto Madryn. El francés y yo nos separamos… Voy a preguntar a una sección de la terminal que informa sobre alojamiento, la información suena a amañada pero bueno…

Calle arriba doy con el hostel… La tipa que lo lleva, definitivamente es neurótica… Se la ve muy atareada… La habían llamado de la estación para la reserva y me esperaba. Me va enumerando los distintos tours para ver las ballenas y yo, al final, le digo que tengo que pensarlo… Los precios son iguales que a los demás… La señora (que se llama Gladis; aunque no sea de origen galés, como una mayoría de los de la zona) dice que tengo que esperar a las 11:00 para ocupar la habitación… No me acuerdo del cambio de horario en esta parte de Argentina y cuando es la hora, todavía falta una hora. Adelanto el reloj y salgo a la calle…

Doy una vuelta para ubicar la zona y lo primero que hago es comprar un par de churrascos para hacer en la cocina a la que tenemos acceso… Dejo las viandas en el frigorífico y me acerco a la estación para sacar billete para Río Gallegos, ya que a Ushuaia no hay directo… El día 9 a las 14:24 me largo para esa ciudad y de allí nos iremos a Ushuaia… Pongo los bártulos en los lockers y contrato la excursión para mañana a ver las ballenas… Me cuesta casi 50€ al cambio, pero va barco, permisos y etcéteras… Además, aquí en la Patagonia, no hay muchas alternativas…

Me conecto, a la vuelta, a Internet y logro usar, con la conexión Wi-Fi y mi “parrato”, el Yahoo Messenger… Hablo con Silvia, pero con los intentos de hablar con el resto de la familia, nada… Ya llamaré…

Más tarde voy a pasear y encuentro a Aurel otra vez, me cuenta que está en una room algo más barata, la visito y la reservo para el día 8 antes de mi partida…

Por el puerto, un larguísimo muelle que se adentra en el mar para salvar las bajas mareas de esta región austral, hay un barco que, tras acercarme, descubro que es español…