Encuentro al llegar a la dirección a un americanito, uno de estos niñatos que hacen su viajecito después de
A los pocos minutos, mientras me inscribo, me encuentro con un australiano que habla un portugués formidable. Es algo gilipollas, pero méritos lingüísticos tiene, especialmente para ser un angloparlante…
Tras dejar los bártulos, me doy una vuelta por Ipanema… Es una playa fantástica y si yo buscara playas (que no es lo que busco precisamente), estaría fascinado… Vuelvo al hostel y pruebo el acceso a Internet…
Conozco a un joven canadiense, pintor de brocha gorda, descendiente de irlandeses, llamado Brian… Me cae muy bien, además de que chapurrea el francés un poquillo, que (vuelvo a repetir) es un mérito para un angloparlante…
Como el día parece un poco nubloso, decido aprovechar e ir a la estación (con el bus número 128) para efectuar la compra del billete para Foz de Iguaçu; pienso que para el día 7 de octubre está bien, dado lo bello de la ciudad y lo barato de mi alojamiento… Río se merece como mínimo una semanita…
Encuentro, a la vuelta, a un tipo que vende preparados de tapioca con carrito y que me enseña recortes de periódico en donde sale fotografiado… Veo que es famoso por su buen trabajo y que es feliz con su vida sencilla y lo admiro profundamente… Me tomo una tapioca de queso con orégano: está deliciosa, aunque algo salada para mi gusto…
Tras la ducha de rigor, charlo con Brian en la zona común de hostel. Me cuenta su visita de hoy a la colina de Santa Teresa con el bondadinho (un viejo y encantador tranvía) y cómo ha conocido a un pintor chileno que vive allí y que está cambiando una escalinata de la zona desde hace algunos años… Creo que en los próximos días también visitaré esta colina de favelas…
En la tele del hostel están proyectando la peli de “Zoolander” en Inglés… La primera noche es bastante confortable y me acurruco como un pajarillo en el sofá…