Temprano para la popular Capela do Padre Faria, una de las más antiguas de Ouro Preto y de devoción popular… Una senhora que guardaba la puerta me ha abierto y me ha dejado tomar fotos (están prohibidas dentro de los templos en Ouro Preto por miedo a los robos...) A pesar de la neblina he estado un poco en los alrededores echando fotos a las cruces de granito (me fascinan) y a un puente que había algo más abajo...
En el camino a Santa Efigênia dos Prêtos, que estaba en restauración, no he podido resistir a fotografiar alguna fachada de alguna colorida vivienda popular mineira… Al llegar a la iglesia de Santa Ifigenia me he tenido que sentar un ratillo... Las cuestas son increíblemente inclinadas (menos mal que no fumo), fáciles hacia abajo, muy jodidas hacia arriba... Unos niños se han acercado a mí y han empezado a preguntarme cosinhas, como de donde era y porque hablaba con ese acento: "Eu não falo potuguês... Eu sou espanhol e este é o açento dum espanhol falando português"... Los meninos estaban alborotados y hablando todos a la vez... A pesar de su escandalo, les entendía bastantes bien... En ese momento llega un motorista y uno de los niños, un melladete de los dientes frontales, va junto a una niña a besarle... Se ve que es familiar; le pregunto y me dice que no es el padre pero como si lo fuera... Los chavales se van corriendo a otro lado y el motorista se queda hablando un rato conmigo... Me indica como llegar a la siguiente iglesia que tengo en mente y me recomienda que vaya por el camino de la derecha, ya que el de la izquierda pasa por favelas y es algo peligroso... Le hago caso..
Visito un par de iglesias y un par de museos… En la Igreja de Nossa Senhora da Conceição de Antônio Dias hay que pagar una pequeña catidad, pero merece la pena... Tiene, además, un pequeño museo-sacristia verdaderamente soberbio... El ticket vale para entrar a la iglesia (egreja) de São Francisco de Assis… También merece la pena pasar un rato sentado mirardo sus esplendidos disños barrocos... La Igreja do Carmo también está abierta y me quedo con la boca abierta… Tiene un techo pintado en madera que es de ensueño... A la entrada hay un guía que habla muy bien el español y, por lo que veo más tarde, otros idiomas... Es fácil librarse de él a pesar de su amabilidad pegajosa...
Por la tarde vuelvo a entrar en la iglesia de Nossa Senhora da Conceição de Antônio Dias y un chaval que trabaja en la puerta me invita a un concierto para mañana en un anfiteatro localizado en un parque llamado el Horto dos Contos… Decido que voy a ir, el chaval me ha caido bien...
Lluvia por la tarde…
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