viernes, 26 de septiembre de 2008

Iglesias y cuestas empinadas

Esta mañana voy a comprar el billete a Río de Janeiro... En la guía dicen que es mejor reservar con días de antelación... Pido indicaciones para ver donde para el bus y veo que es fácil acceder a la estación de autobuses desde el hotel... Reservo para el día 19 y me dedico el resto del día a pasear y a hacer visitas a Iglesias...

Hoy, además, voy de visita al Museu do Oratório de la Iglesia do Carmo, solo son 2 reales y se exponen un montón de oratorios tradicionales brasileiros… Son una especie de pequeños altares que están hechos principalmente de madera... Especialmente bonitos e interesantes son los afro-brasileños, con fuerte sincretismo (tolerado y hasta incentivado por la jerarquía eclesiástica local) de las religiones africanas y del catolicismo… También los oratorios hechos de conchas son una maravilla. Son una especie de altares decorados con flores y guirnaldas hechas de pequeñas conchas…

Me aseguran que para proteger la denominación de "patrimonio de la humanidad", no se pueden cambiar muchas cosas tradicionales del pueblo... La pintura de las casas, el tipo de edificación, los carteles (que tienen que ser obligatoriamente de madera), en fin... Puede que sea un follón para los lugareños, pero preserva una belleza de la que no solo están satisfechos ellos, sino también los visitantes...

Que bonitas son las calles de la villa y cuanto gusto da pasear por ellas... No tanto subir sus empinadas cuestas... :-) Pero eso es sano...
A lo lejos se ven, de vez en cuando, algunos paisajes de roca y farallones a lo alto... Hay una impresión de que la aglomeración, casi poética, de casitas en las laderas es un común denominador en casi todos los pueblos de montaña que conozco, sea en Asia, en España o en América...



Estoy contento de andar por aquí... :-)



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