En Buenos aires hay un zoo... Mejor dicho, hay dos, pero uno de ellos permite tocar a los bichitos y el otro no mucho... Hemos ido al clásico, al antiguo, al histórico...
Tras coger el metro y parar en la Plaza Italia, nos hemos topado con un zoológico pequeño y recoleto que no tiene nada que hacer, en cuanto a instalaciones e infraestructura, con los de Europa occidental; pero ¡amigo mio!, muchos de los animales "interinos" de la institución se te cruzan por los senderos por los que vas caminando... Si vas, por ejemplo, hacia la sección de elefantes, puedes encontrarte con un roedor gigante de agua que te ataja la calle exigiendo el pago de de su impuesto revolucionario en especies... Un poco mas allá vemos a una bandada de patos y gansos persiguiendo vorazmente a una señora con sombrero floral... Detrás de un seto salta de repente una especie de capibara y cuando te sientas a reposar en un banco y apoyas la cabeza, indolente, hacia atrás, un antílope te lame la oreja cariñosamente... Me ha gustado este zoo...
Luego hemos vuelto al hostal... Buenos aires me va cargando un poco... Es bonita la ciudad, pero algo dura (ya lo dije). La crisis esta haciendo de las suyas en el espíritu porteño... Mañana veré de pasar por San Telmo o Palermo...
sábado, 25 de octubre de 2008
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