viernes, 31 de octubre de 2008
Tauromaquias...
Hoy me he levantado con la decisión de una bicicleta… En el hostel las hay… La dueña me dice que las bicis son gratis pero que se toma una “donación” para el mantenimiento de las mismas. No sé a que mantenimiento se refiere, porque las bicis están de pena…
Con todo, nos ponemos en marcha y pedaleando un trasto que se va tambaleándose… Hemos pasado por una pequeña Ermita (¿Tengo que reiterar, a estas alturas, que amo los templos de cualquier tradición religiosa?) en donde he parado con sumo placer… En la pila seca del agua bendita, como esperándome agazapadas, alguien había depositado tres estampas plastificadas de santos… Las he cogido con respeto y las he sustituido por otras, de origen brasileiro, que traía del país carioca…
Sigo pedaleando, tras gozar de la serena sombra de la pequeña capilla, y doy por fin con la plaza de toros… Está en restauración y da algo de pena verla… Al lado, hay un polvoriento, semiabandonado, museo del ferrocarril, en donde se exponen al sol, algunos vagones tradicionales de la “era dorada” del ferrocarril uruguayo… Conozco a pareja anciana que tiene un puestecito cercano para turistas y visitantes en el cual exponen, entre otros cachivaches, varios mates hechos con ese fruto de madera durísima (parecido a una calabaza) tan tradicional en este país (y en otros de la zona “matera” sudamericana)… La peculiaridad del mate uruguayo es su boca ancha y su perfecta adecuación a la yerba, que se “asienta” como en ningún mate de otro material y diferentes características… Elijo uno precioso, que espero será destinado para regalar a mi madre, y me siento en el césped a descansar y a hablar un poco con ellos… Con hijas en España, también tuvieron la oportunidad de visitar nuestro país, pero centrándose en Cataluña, que es donde residen y trabajan sus vástagos y yernos… Se quejan de que “allá” la gente es muy seca y no les gusta hablar espontáneamente en los bancos de los parques… Tras un buen rato, retomo la bicicleta y trato de volver a la zona de mi hostel…
Escribo en el ordenador cuando regreso… Pongo algo en orden (no me da tiempo a mucho) todo el asunto de mi BLOG, que tengo bastante abandonado, y paso la tarde sorbiendo mate mientras tanto…
Por la noche hemos conocido a unos españoles, un chico y una chica, que andaban haciéndose güisquis en el patio del hostel… De pinta ligeramente jipiosa y “alternativa”, la pareja venía de un periplo de Perú y Bolivia… Se les nota ese pequeño “pasito atrás” que algunos (poquísimos, es verdad) españoles todavía tienen… Necesitarían una “vacunación” de días asiáticos para cambiar algo la extraña rigidez “aislante” que les caracteriza… Ya digo, no puedo expresarlo bien con palabras; pero este tipo de ibéricos, afortunadamente, solo representarían en la actualidad (según mi propia experiencia) a no más de un 10 por ciento de los mochileros hispanos que andan por el mundo… Estos dos chicos forman parte de una cadena mucho más “excursionista”, montañera y “campista” (lo cual también es muy loable) que en nada se parecen a la mayoría de viajeros mochileros de nuestra tierra que andan dando botes por el planeta… La parte buena es que chupan mucha naturaleza, la mala es que no se suelen enterar mucho de todo lo demás, ya que no dejan sus prejuicios (conservadores y/o progresistas) en casa… Aún así, esa actitud no es un gran problema en Sudamérica… Este continente sería el lugar perfecto para sus travesías ya que existe una cierta identidad cultural a pesar del mestizaje… No saques a estos coleguitas a otras culturas mucho más “excéntricas” y “exóticas”, porque alucinarían muy mal y serían peces fuera del agua…
Me he quedado roque enseguida tras la incómoda caminata y he dormido como un lirón…
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Tauromaquias en el Perú. Acá las plazas de toros no dan pena:
ResponderEliminarhttp://www.tauromaquias.com
Saludos