Doy con el hostel y allí conozco a Luis, que es un tipo bastante entrado en años, brasileiro descendiente de españoles y franceses y que trabaja en el establecimiento arreglado tours para la parte argentina de las cataratas... El precio me convence y me apunto... En el mismo grupo hay un tontarra alemán llamado Marcus y tres chavales ingleses de Manchester, de clase obrera y amantes del fútbol...
Al llegar se hacen los grupos y a mi me toca con el alemán que tiene una coleta a lo harekrishna y el resto del cabello afeitado... Es un tipo antipático que no cae bien a nadie; pero yo, de vez en cuando, soy casi como un médico y procuro llevarme bien con él...
De lo primero que nos damos cuenta es de que todo está lleno de mariposas... A un lado del camino, hay un pequeño charco que parece lleno de flores amarillas, de repente se empiezan a mover y una nube de mariposas doradas empiezan a revolotear alrededor...
Las mariposas son de todos los colores y tamaños posibles. Parece que están de apareamiento o algo así... No les afecta las gotas de agua que se esparcen como una nube desde las cascadas mojando a todos los humanos visitantes... Algunas se posan en nuestras manos...
Las cataratas son un espectáculo asombroso... Sus dimensiones son gigantescas y el ruido atronador... Según avanzamos nos damos cuenta de que a cada recodo el paisaje es distinto... El problema es que hay demasiada gente, pero nosotros también somos gente... ¡Que le vamos a hacer! :-)
En un momento dado, debajo de unas plantas que parecen enredaderas que se arrastran por el suelo, aparece un varano de medio metro y flipo... Esto sigue siendo selva a pesar la depredación turística...
Dentro del paquete que hemos pagado está incluido un breve paseo en barco por debajo de las cataratas... Nos dan unas bolsas impermeables para meter los bártulos y nos duchamos entre los gritos nerviosos y las risotadas del personal... No se pueden echar fotos, la cámara va dentro del saco también... Terminados empapados hasta el mismísimo ojete... :-)
Solo un pequeño episodio enturbia el buen rollete... En un puente, una pareja de gringos no quieren dejarnos pasar porque vamos por la izquierda y hay que ir por la derecha... Los insultamos como Dios no manda y seguimos a lo nuestro... ¡Que gilipollas cabezas cuadradas...!
Me como el mejor churrasco de mi vida en el restaurante del parque y a la vuelta, ya cansados y tras la ducha, el alemán me pide que le deje algunas fotos... Conozco a un chaval ecuatoriano que va haciendo negocios desde la ciudad fronteriza paraguaya de Ciudad del Este y me cae bastante bien, se llama Jairo... Me voy a comer, con él y con el alemán, a un restaurante que él conocía en donde por un precio fijo, te pones hasta las botas de carne y de lo que quieras... De vez en cuando, se acercan a tu mesa los camareros con diversas viandas y van ofreciéndotelas con agilidad y simpatía... Brasil es único...
La noche la paso en el sofá de la tele y cuando me voy a acostar me percato de que el viejo Luis, con quien comparto habitación, ronca como un condenado... Mala suerte...
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