La tranquilidad de Chonchi...

Rafaela y la chica sino-americana, dejaron Chonchi muy temprano... Un poco más tarde, llegaron Claire y Rose (Clara y Rosa), francesa y americana de San Francisco, respectivamente… Las dos muy bonitas, pero una de ellas especialmente turbadora... Las dos hablan muy bien el español... La comida, pasta con jurel en lata y huevos revueltos con cebolla, la hice yo…



Pagué una noche más… El sitio me había gustado... Estuve buscando una ferretería para poder comprar un cable alargador para poder enchufar en la cocina el ordenador… Cuando llegué al hostel, vi que la conexión a Internet estaba disponible... Era un solo ordenador y había que pagar 400 pesos la hora (0.50€), pero resultó ser una de las mejores conexiones que he encontrado hasta el momento... Actualicé el BLOG y pude hablar con la familia con una claridad excelente…

Las chicas andaban de trekking y decidí salir para pasear por el puerto… Me acerqué a la iglesia de madera en restauración, que según parece es patrimonio de la humanidad…

Mientras volvía, me quedé sorprendido por el colorido y la forma de una casa azul con el techo muy puntiagudo... Le estuve echando fotos y, a mitad de la sesión, el dueño salió... Era un antiguo represaliado de Pinochet… Estuvo contándome que diseñó esa casa mentalmente en el campo de concentración y que luego, cuando volvió a ser libre y regreso a Chonchi, su pueblo, la construyó con sus propias manos...

Por la noche estuve usando el cable para ver una película desde mi habitación... Estoy yo solo en toda la planta baja y eso no representa ningún problema...