Hoy, a pesar de encontrarme todavía pachucho, me he decidido a visitar la “
Además, habían dos ventajas adicionales, no había guía y te permitían fotografiar a través de las ventanas de la casa… Al acabar la visita, me he tomado un café en la cafetería de la salida y la mujer que me los ha servido, muy amable, me ha pasado un planito muy práctico de los cerros más bellos a visitar…
Así que hemos ido a dar, siguiendo los caminos trazados por el plano, con una de las partes más bonitas de Valparaiso: el Paseo Yugoslavo… Allí, entre foto y foto, he conocido a un par de chavales chilenos que me han llevado a las afueras de la ciudad, teniendo la oportunidad de conocer unos acantilados preciosos que, de otra forma no hubiera podido ver…
A la vuelta, los chicos me han dejado cerca del puerto y no he dudado en pillar una barca para dar un paseo por el mar y poder apreciar la ciudad desde el pacífico…
A la noche había un nuevo huésped en la habitación, un vasco que tenía una tosiquera igual o mayor que la mía… ¿Será que nos faltan determinados anticuerpos a los que venimos del viejo continente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario