Hemos pasado el día en el Hostel Uma... No hacía falta mucha intuición para saber que no habría nada abierto para comer... Después de como la pasan por aquí, a Nochebuena deja sin muchos ánimos para abrir negocios y para trabajar... Además (¡Qué coño!) la gente se merece un día tranqui, especialmente los que trabajan cara al público...
No había desayuno ni nada y era algo que me esperaba, dado la desidia y la falta de buena onda del establecimiento... Lo bueno es que está a solo un par de minutos de la estación y sí se han enrollado en el tema de dejar que esperara la hora dentro del local... Nos hemos sentado en el portal de exterior y allí hemos vegetado hasta que nos hemos ido...
Hemos estado hablando sobre budismo y viajes... Los chicos chilenos, el brasileiro y el colombiano estaban muy receptivos a la mística "estacional", andaban de una buena resaca... El único que ayer no "tomó" fui yo y casi estaba contagiado de la jumera de ayer...
A la hora de comer, he ido con el chaval brasileiro para un pequeño local cercano que estaba, milagrosamente, abierto y he comprado un par de bocatas y un flan de huevo.. Gracias a eso me he podido tomar las pastillitas...
Por la tarde he dormitado algo en el sillón del porche... Una buena brisa me ha acurrucado y, a pesar del calor que hace por estas tierras en estas fechas, he estado muy agradablemente... Los dueños han salido un momento y hemos estado hablando de la inseguridad y los malos tiempos para la lírica...
Alrededor de las 19:00 me he cogido los bártulos y me he despedido de la peña... El autobús se ha hecho esperar unos minutos más de la cuenta y me ha hecho dudar sobre si todo andaba en orden... Finalmente ha llegado y hemos montado... Me he arrellanado en el sillón que me tocaba (en la primera fila) y no he tardado en quedarme dormido, ayudado por la pésima película que proyectaban en el vídeo...
Mañana, si todo va bien, despertaremos en Córdoba...
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