Adiós Arequipa...

Por la mañana he desalojado la habitación, pero me han permitido dejar los bártulos en un trastero… Hemos andado por la ciudad disfrutando de los últimos momentos de Arequipa…



Luego hemos pasado el resto del día en las dependencias del establecimiento. Hemos conectado el ordenador en una cómoda sala y hemos intentado escribir algo; pero una familia chilena, que se dirigía a Bolivia, andaba por ahí y hemos terminado hablando de las mejores maneras de acceder a La Paz y del camino de regreso más corto y conveniente a su país… Con la guía en la mano, el grupo y yo hemos trazado imaginarias rutas sobre los mapas hasta que ha llegado la hora de tener que irme…


Con un taxi, me he acercado a la terminal y hemos esperado la hora del bus a Cuzco… Me esperaba una larga noche de carretera y manta… ¡Adiós Arequipa!