Alasita

La Alasita… Hoy temprano he subido el Cerro del Calvario… Ha sido agotador, pero llevaba algo de entrenamiento de los días pasados… En la cima, una fila de cruces de piedra me han dado la bienvenida… Un poco más allá habían puestos de flores para que la gente las comprara para la celebración… Las habían puesto en el borde del acantilado y algunas eran artificiales…


He hablado algo con un argentino de origen boliviano, que andaba con su hijito pequeño, sobre cámaras y fotografía… Luego me he ido bajando con delectación (era cuesta abajo) hacia la Capilla del Señor de la Cruz de Colquepata, una pequeña edificación de color rojizo, en donde se iba aglomerando la gente para la celebración de bendición de miniaturas…


Es una celebración sincrética, ya que por allí andaban también chamanes… Me he acercado a uno que llevaba un poncho con las palabras “Dios” y “Amor”… A él le he dado mi moneda, que yo he intentado retener, para que la pasara por el incienso y me la bendijera… Luego he pasado al templo y allí, a la salida, he recibido la bendición “oficial”, también llena de amor, de la Iglesia Católica… Acabado el lío, he vuelto al pueblo…


En una plaza he visto a unos músicos peruanos que “ostentaban” una cierta diferencia con la gente local, aún siendo de la misma raza y lengua… Venían de la parte peruana del lago y eso, es verdad, se notaba hasta en los instrumentos…


He dormido una siesta y luego, al despertar, me he ido caminando hasta el final de la bahía que forma la costa de Copacabana con el lago… Una larga caminata que me ha hecho apreciar el silencio que también se encuentra por aquí en un día como este…


Volviendo, he compartido un trecho del camino con un peruano del “otro lado” del Titicaca… Según me ha ido comentando, se dedica al contrabando por los senderos medio secretos de la zona… El tráfago de personas y mercancías no para… El Titicaca es una sola cosa, un solo pueblo, una sola madre y no conoce las fronteras…

Ni que decir tiene que he dormido feliz… :-)