Nos hemos desayunado una Chalapurka, que es una sopa riquísima con patatas, sémola, maíz y un pedazo de carne, que te sirven en un gran cuenco con una piedra caliente dentro. La sopa viene burbujeando como si fuera la lava de un volcán hasta que la piedra se va enfriando…
Tras el suculento refrigerio, nos hemos dedicado a la búsqueda de otro alojamiento… No había disponible o, bajo promesas, me decían que pasara algo más tarde… Me he resignado a seguir en mi habitación, al fin y al cabo es muy barata y tampoco está sucia, solo que es un cuchitril con una claraboya por donde se filtra la luz y el ruido de la traqueteada calle de enfrente a la estación… Por lo menos solo tendré que cruzar la calle para coger el bus…
Condescendientemente, me he dirigido hacia el centro de la ciudad, que queda tras subir una empinada calle… Jadeando, luego de callejear algo, he dado con el centro histórico de esta bellísima ciudad… No he parado de echar fotos de los encantadores rincones que esta villa ofrece… La casa de la moneda, en donde se acuñaba el dinero colonial, es preciosa. En su patio, una gran mascara sonriente de piedra pintada, tocada con unos racimos de uva en plan dionisíaco, te da la bienvenida al recinto, colgada del segundo piso…
La catedral es espléndida, aunque en permanente restauración y cerrada al público… Especial mención merece la pequeña y escondida Iglesia de San Lorenzo, de un estilo mestizo que no se parece a nada que te esperes con esa denominación. En este post de hoy, cuelgo algunas fotos de su fachada para que se pueda apreciar los detalles de ese estilo recargado e indígena, casi rozando lo pagano, que la hace tan peculiar...
Esta imagen de arriba, es una visión de la portada principal...
Encima del portón tenemos esta curiosa imagen alada, que parece ser un San Jorge o Un San Miguel...
La imagen un poco más de cerca...
Me fascinan los relieves de piedra, por eso los expongo tanto, sean hindúes, cristianos, o de cualquier otro origen... Las fechas hablan del tiempo en que la obra fue llevaba a cabo... No hubo tiempo para evitar el mestizaje...
La imagen un poco más de cerca...
Me fascinan los relieves de piedra, por eso los expongo tanto, sean hindúes, cristianos, o de cualquier otro origen... Las fechas hablan del tiempo en que la obra fue llevaba a cabo... No hubo tiempo para evitar el mestizaje...
Que belleza la de esta columna... ¿Qué ser representará?
La Luna, como parte indivisible de la aprente dicotomía dual del Universo, aparece a un lado superior del portón... En la foto de más abajo tenemos la de la parte izquierda: Nuestro amigo el Sol...
En el callejeo, me he topado con un simpático grupo de chavales uruguayos que andaban fascinados también con la ciudad… Bolivia es, no lo olvidemos, como el cercano “Marruecos” (para nuestras latitudes) del cono sur, y a la gente de Chile, Brasil, Argentina o Uruguay, les resulta barato y exótico acercarse a sus tierras…
Después de callejear de lo lindo, al atardecer, me he vuelto al Hospedaje Santa Ana… La parte positiva, es que ha sido todo cuesta abajo, cosa que en estas latitudes carentes de oxígeno se agradece bastante… :-)
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