martes, 27 de enero de 2009

Liándome con el BCP


Por la mañana nos hemos dado un corto paseo hasta Monasterio de Santa Catalina… Un extraño policía en la puerta me ha preguntado de dónde era y al decirle que era español se ha cuadrado y, con saludo militar, me ha empezado a recitar algo rimado, muy deprisa, que consistía en algo así como una presentación.



Yo he conseguido oír algunas palabras sueltas y he podido entender el total de la retahíla por el contexto… Ha sido muy divertido y me he despedido de él con cortesía. He sentido no poder filmarlo. Creo que no estaba muy bien de la cabeza; pero, en todo caso, me ha parecido una de esas personas inestables, uno de esos locos felices, que se suelen hacer famosos dentro de una comunidad y suele ser querido por casi todo el mundo…


Después me he tomado una comida magistral en un rincón baratito y escondido, pero lleno de gente… Tras esto me he acordado que tenía que sacar dinero de algún cajero automático y he elegido uno del BCP (Banco de Comercio del Perú). La sorpresa ha sido que tras repiquetear un rato largo, me ha arrojado el ticket de la transacción y la maquina ha empezado apitar sin soltar nada de pasta… El jodido ATM había fallado… He ido corriendo a buscar a un poli que había en el local, que ha actuado de testigo de que la máquina estaba bloqueada…



He ido a hablar con el encargado, en este caso encargada, de los sistemas del banco y me ha dicho que tenía que notificarlo a mi banco en España y que en varios días iban a comprobar si quedaba un resto que coincidiera con la cantidad que no me había dado… Me ha extrañado que el computo del cajero no se hiciera diariamente, como en casi todo el mundo, pero he preferido confiar… Me he puesto en contacto con el banco a través de mi hermana y me he quedado más tranquilo… Aún así, mañana me acercaré por la oficina bancaria para ver si han hecho el recuento…


Me he metido en un supermercado y he hecho algunas compras… Me ha llamado mucho la atención de un expositor, al que no me he resistido a fotografiar, con diversas bolsitas de caramelos, galletitas, harina, pasteles y hojas de coca… ¡Estamos en Perú! ¡No lo olvidemos! :-)


Me he acercado, algo más tarde, a la cercana Iglesia de la Compañía (jesuita) y he flipado con lo que vengo flipando en este viaje: con una fachada surrealista con motivos paganos, mestizos y criollos, mezclados en un tono naif y misterioso (casi esotérico) a un tiempo…


A la noche he dado una pequeña vuelta por la plaza iluminada… Algo que me ha resultado fascinante… Arequipa, a pesar de sus corporaciones bancarias (:-)), definitivamente me ha hechizado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario