He cogido un alojamiento enfrente de la terminal de buses (como voy haciendo últimamente por aquí) que me ha costado encontrar, dada la fuerte lluvia que me esperaba a la llegada…
Además, las noticias en los medios hablan de una fuerte epidemia de dengue transmitida por los mosquitos transmisores que “florecen” con las lluvias tropicales de esta época del año… La mayoría es dengue “clásico”, pero también hay del más grave, elllamdo “hemorrágico”, que es una suerte de ébola que produce derrames hemorrágicos en los que padecen esta enfermedad… La única solución es la profilaxis contra la picadura del insecto mediante repelente… El problema se diferencia de otras enfermedades de transmisión por zoonosis, como la malaria, en que, a diferencia de esta, el mosquito pica durante el día, y no solo al atardecer… He comprado antimosquitos en espiral (los mosquito coils tan usados en Asia), para quemar durante el día en la habitación y, por supuesto, me he ido aplicando repelente en crema en las partes descubiertas del cuerpo…
He dado una vuelta hasta la Catedral y la plaza adyacente, comprobando que es verdad que hay una cierta diferencia entre esta parte tropical y más mestizo-criolla y la parte del altiplano, mucho más indígena… Se nota, aparte del calor y la baja altitud, una diferencia poblacional en carácter y raza, además de una cierta prosperidad… Los mensajes anti-gobierno y pro-autonomía están por todas partes; no en vano, la oposición a Evo es aquí de las mayores, aproximándose a bastante más de los dos tercios de la población…
Me he encontrado por primera vez en este viaje con una figura delictiva usual por estos lares: los falsos policías… Estaba echando fotos a unos soportales y desde un coche 4x4 alguien me ha chistado. He mirado y me han hecho señas de que me acercara. Por supuesto, no me he movido ni un centímetro y he preguntado qué querían… Dese lejos me han mostrado algo parecido a una identificación y me han espetado un “¡Policía!”, para luego continuar: “¿Qué está usted fotografiando?”… Mi respuesta ha sido instantánea: “¡Lo que me da la gana!”, y he añadido con mucha seguridad: “Ustedes no parecen policías, hay mucho timo relacionado con esto”… en efecto, hasta las guías advierten que hay una cohorte de sinvergüenzas que con documentación falsa, te roban el pasaporte y el dinero tras hacerte subir al coche… Ningún policía puede molestar a un turista solo por echar fotos, todos tienen consigna de molestar lo menos posible a los visitantes… Es aconsejable que si hay alguna duda por nuestra parte, se insista por en ir andando hasta la comisaría más cercana, nunca en su coche… Hay que actuar con seguridad con ello… Y con una mínima lógica… ¿Dónde se ha visto que la policía haga preguntas sobre las fotos que uno hace a la Catedral de la ciudad…?
Después de contestarles , he seguido mi camino sin mirarles… Ellos han hecho rechinar las ruedas de su vehículo y han pasado a mi lado gritándome algo que no he llegado a entender; pero como me imaginaba, han seguido su camino sin atreverse a decirme nada… Si hubieran insistido, hubiera empezado a gritar “policía” o “ladrones”… Ningún policía de ningún país del mundo se puede molestar ante un exceso de celo como el mío, y más aún sabiéndose, como se sabe, que este tipo de delincuencia del “falso poli” es bastante prolífica en un país como Bolivia… Además, las autoridades también avisan contra este tipo de pillaje contra turistas…
Después de un ratito, al atardecer, me he vuelto a mi alojamiento… el cansancio acumulado del viaje empezaba ha hacer efecto, y la terminal quedaba algo lejos del centro… Ni rastro de los pillastres que me había encontrado horas antes, se esfumaron como humo (valga la redundancia)
La noche me sentó de maravilla…
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