domingo, 11 de enero de 2009

El Zoo




Hoy me he decidido a dar un buen paseo hasta el zoo, que está situado en la parte nueva de la ciudad… El sitio no es muy grande ni es una representación ejemplar de cómo se deben tener a los animales, pero hay algunas especies que son muy curiosas y que forman parte de la fauna locas o de la de algunos países vecinos… Me han llamado especialmente la atención unos cóndores andinos que andaban limpiándose las plumas mustiamente entre unos barrotes altos alrededor de una parodia de adornos rocosos hechos de cemento. Daban algo de pena, pero era lo que había y se esperaba en un país como este, en donde la misericordia hacia los animales no está muy extendida, ni por cultura, ni por educación…


El paseo, de todas formas, me ha servido para hacer algo de ejercício y estirar algo las piernas… Tras la visita, he vuelto despacio a buscar algo de información en la terminal… Quería saber si la carretera a Cochabamba estaba ya despejada y si la previsión de lluvias era algo más favorable para los transportes…





Parece ser que los derrumbes habían sido reparados y, aunque con una cierta precaución, se podía transitar por la llamada “carretera nueva” hacia el oeste… Me han dicho que mañana habrá que ir a las 6:00 de la mañana para tratar de hacer cola y comprar el boleto, es decir, no se puede comprar en avance…



A la vuelta a mi habitación. He dejado un recado para que me despierten mañana, ya que tengo el reloj estropeado… La chica me dice que solo tiene un móvil (“celular”, por estos lares) con el que se despierta por las mañanas, y que no tienen en el hostal ningún despertador para usar en estos caso; pero que, sin embargo, no me preocupe, ya que dejará recado para que el chaval que va a pasar la noche en recepción me despierte por la mañana…


He caminado tanto hoy que he tenido un muy buen dormir…

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