Hemos dado una vuelta por la ciudad y sacado un billete para la tarde para Caracas… Maracaibo tiene muy mal y los tipos mal encarados y grandes, acechan por todos lados… Un viejo que he conocido en la catedral me ha dicho que la ciudad está llena de maleantes, casi todos fugados de Colombia, y que tengo que llevar algo de cuidado en algunas zonas. Me ha recomendado visitar Mérida…
He comprado un devocionario de San Miguel Arcángel, me ha hecho mucha gracia encontrarlo y enterarme de que también hay novenas dedicadas a San Rafael y San Miguel arcángeles. Lo he encontrado entre los libros expuestos en una iglesia… Este es el catolicismo tradicional y, hoy por hoy, todavía oculto…
A las 13:00 he cogido un taxi para la terminal… He cambiado moneda allí, ya que el cambio el más ventajoso (casi el doble) que el oficial de las ATM… He estado esperando al bus en una sala de espera, en donde he estado terminándome de leer a Gabriel García Márquez…
Me ha pasado algo inaudito en apenas un día y medio de estar en este país… Después de esperar dentro del bus casi una hora, han entrado a pedir documentación… A los pocos minutos, me han dicho que saliera y que sacara mis cosas… He preguntado que por qué eso y no me han dicho nada… Alguien, por fin, me dice que es que todos los extranjeros, especialmente los españoles, “olíamos mal”… Por supuesto que he percibido enseguida que la cosa era algo “chavista-bolivariana” y he dejado de discutir y he sacado todas mis cosas… Me han devuelto el dinero y cuando he vuelto al sitio en donde compré el ticket, la chica se ha sorprendido y me ha pedido que la acompañara para pedir información… Íbamos hacia el autobús y, de repente, ha dado un quiebre y, doblando hacia la derecha, me ha apremiado para que no me separara de ella… Mientras me comentaba con voz baja: “Aquí es que hay mucho racismo…”
La mujer me ha acompañado hacia otro bus y me ha pedido disculpas en nombre de sus compatriotas… Era una de esas paranoias tercermundistas y estalinistas que solamente he encontrado en países como Myanmar y que me han puesto alerta de que el chavismo, en este país, no es ninguna broma… Por lo visto a un comisario político (en este caso una “comisaria” era la que mandaba), no le ha gustado que un súbdito del país del “por-qué-no-te-callas”, estuviera tan tranquilo en el bus y ha decidido, dar un pequeño golpe de mano contra el “perro infiel” (es decir “perro del mundo exterior”) que osaba pisar suelo patrio…
Ya he comentado que incluso la guía Lonely Planet habla de tener precaución, ya que hay consignas internas que ponen sobre aviso a las fuerzas armadas sobre los probables “espías extranjeros” que se acercan a “sabotear” la feliz sociedad chavista-bolivariana y su fantástico proyecto socialista…
Todavía no había acabado mi sorpresa, cuando nos hacen bajar de nuevo del bus, esta vez por avería, y nos trasladan a otro… Al final este último vehículo ha salido con cerca de tres horas y media de retraso, pero ha salido… Mi impresión de que Chávez lleva a la sociedad venezolana hacia el más absoluto y estúpido estalinismo ha quedado fortalecida, no solo por el mal funcionamiento de todo, sino también por la infinidad de controles “populares” que estaban habilitados durante todo el trayecto… Solo en Myanmar, ya lo he comentado, encontré tantos controles en las carreteras para pedir documentación y pasaportes (y con bastante chulería) como aquí, en Venezuela…
Ni que decir tiene que he dormido de puta pena…
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