Hoy me he cambiado al Hotel Fortaleza de al lado, muchísimo más barato… Vittoria también lo ha hecho, aunque dado su asquito por todas las cosas, no sé si lo va a pasar muy bien…
Vladimir, el tipo ruso, estaba afeitándose a mi llegada… Me ha ayudado mucho a seleccionar la habitación…
La casa es limpia, acogedora y con buenas zonas comunes… Lo malo es que la familia que lo lleva, algo más lumpen de la cuenta, es bastante maleducada y ruidosa…
Anda por ahí un francés muy enfermo que va a regresar a su país y viene de la Guyana francesa…
Tras dejar las cosas, hemos ido Vladimir, Vittoria y yo, a dar una vuelta por el fuerte (una mierda si es comparado con el de Macapá) y por allí nos hemos encontrado a Michel, el chico brasileiro que encontré en Manaus… Y sí, mi intuición era cierta; tras una conversación con Vladimir, he descubierto que es de religión judía… Ha sido una suerte encontrarlo, ya que es muy abierto y simpático…
Hemos comido los cuatro y luego, por la tarde, Vittoria y yo nos hemos acercado al templo de NS de Nazaré… Este es un templo moderno pero de una belleza asombrosa y, para mí, bastante inesperada…
La vuelta ha sido muy paranoica por mi parte, ya que andaba con la cámara encima y las “ratas” se mueven a sus anchas a partir de estas horas (especialmente los domingos); además, iba con una mujer y eso siempre es un riesgo adicional al que los tíos tienen que enfrentarse en caso de un mal encuentro… Yo puedo resistirme, pero si amenazan a la “nena”, tengo que entregar hasta los calzoncillos… Empiezo a estar bastante cansado de esta chavala. No es una mala compañía y no es una mala persona, pero la he pillado en varias mentiras (por ejemplo: dice que enseña inglés aquí y lo habla de pena) y su asco para comer y sus ganas de marcha nocturna (parece alguien del tercer mundo en esto, ya que no tiene la edad), me ponen nervioso… Tengo que agradecerle el tiempo de viaje juntos, ya que ha sido una gran compañía, pero es un gran peso y tengo ganas de seguir viajando por mi cuenta… Al menos he pagado los taxis a medias y hemos vigilado juntos los trastos en los barcos… También, claro está, hemos pasado muy buenos momentos… De todas formas soy un viajero solitario e impenitente y si viaja una mujer conmigo, por lo menos que sea guapa, o valiente, o inteligente, o de un gran corazón… En fin, yo tampoco soy perfecto, así que cambiemos de tema… ;-)
Al llegar al hotel, me he subido a descansar, mientras que los demás han preferido irse de vuelta… Vladimir, muy simpático, casi se pone pesado para que fuera, pero Belem no es una plaza bonita para una noche de Reggae… Estoy echando de menos una cabaña tranquila en una playa o una montaña, con buenos vecinos al lado… Estoy harto de ciudades… Veremos como va São Luís…
Vladimir, el tipo ruso, estaba afeitándose a mi llegada… Me ha ayudado mucho a seleccionar la habitación…
La casa es limpia, acogedora y con buenas zonas comunes… Lo malo es que la familia que lo lleva, algo más lumpen de la cuenta, es bastante maleducada y ruidosa…
Anda por ahí un francés muy enfermo que va a regresar a su país y viene de la Guyana francesa…
Tras dejar las cosas, hemos ido Vladimir, Vittoria y yo, a dar una vuelta por el fuerte (una mierda si es comparado con el de Macapá) y por allí nos hemos encontrado a Michel, el chico brasileiro que encontré en Manaus… Y sí, mi intuición era cierta; tras una conversación con Vladimir, he descubierto que es de religión judía… Ha sido una suerte encontrarlo, ya que es muy abierto y simpático…
Hemos comido los cuatro y luego, por la tarde, Vittoria y yo nos hemos acercado al templo de NS de Nazaré… Este es un templo moderno pero de una belleza asombrosa y, para mí, bastante inesperada…
La vuelta ha sido muy paranoica por mi parte, ya que andaba con la cámara encima y las “ratas” se mueven a sus anchas a partir de estas horas (especialmente los domingos); además, iba con una mujer y eso siempre es un riesgo adicional al que los tíos tienen que enfrentarse en caso de un mal encuentro… Yo puedo resistirme, pero si amenazan a la “nena”, tengo que entregar hasta los calzoncillos… Empiezo a estar bastante cansado de esta chavala. No es una mala compañía y no es una mala persona, pero la he pillado en varias mentiras (por ejemplo: dice que enseña inglés aquí y lo habla de pena) y su asco para comer y sus ganas de marcha nocturna (parece alguien del tercer mundo en esto, ya que no tiene la edad), me ponen nervioso… Tengo que agradecerle el tiempo de viaje juntos, ya que ha sido una gran compañía, pero es un gran peso y tengo ganas de seguir viajando por mi cuenta… Al menos he pagado los taxis a medias y hemos vigilado juntos los trastos en los barcos… También, claro está, hemos pasado muy buenos momentos… De todas formas soy un viajero solitario e impenitente y si viaja una mujer conmigo, por lo menos que sea guapa, o valiente, o inteligente, o de un gran corazón… En fin, yo tampoco soy perfecto, así que cambiemos de tema… ;-)
Al llegar al hotel, me he subido a descansar, mientras que los demás han preferido irse de vuelta… Vladimir, muy simpático, casi se pone pesado para que fuera, pero Belem no es una plaza bonita para una noche de Reggae… Estoy echando de menos una cabaña tranquila en una playa o una montaña, con buenos vecinos al lado… Estoy harto de ciudades… Veremos como va São Luís…
No hay comentarios:
Publicar un comentario