En la posada me han dejado dejar los trastos hasta la hora de partida por la tarde… Yo también he podido quedarme, en la zona de las hamacas, leyendo revistas…
Sobre las 15:00 he cogido un taxi hasta la terminal y, una vez allí, me he quedado leyendo hasta que se ha hecho la hora de embarque… Cuando me he acercado, me llevo la noticia de que el autobús había sido anulado (otro mal rollo más de este país, que ya me va teniendo harto).
Ha habido que hacer una “variación” de la ruta para no tener que quedarme unos días más anclado aquí: Hemos comprado un boleto hasta la ciudad de Valencia (la tercera más peligrosa de Venezuela, después de Caracas y Maracaibo), a la que llegaría mañana por la mañana y, una vez allí, buscarme la vida para comprar un boleto hasta Ciudad Bolívar…
Es lo que hemos hecho… Sobre las 19:30 ha salido el bus para Valencia, que ha sido notable por los baches, curvas, derrapes y frenados a los que el conductor, bien a bien, nos ha sometido…
¡Venezuela!
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