martes, 31 de marzo de 2009

Vamos a Venezuela...

Hemos salido por la mañana a las 12:00… La aduana, a las pocas horas de la partida, no ha sido muy molesta, aunque he podido apreciar las primeras muestras de la poca amabilidad de la que los funcionarios (sobre todo chavistas) hacen gala con los extranjeros…


En efecto, he comprobado que lo que algunas guías y viajeros cuentan es verdad… Chávez ha “emparanoiado” a el chavismo militante con las ideas de que muchos de los extranjeros son espían para el “norte”, tan odiado por el camarada presidente… Bastantes policías, jóvenes e incultos, se toman en serio esta propaganda y es mejor no llevar muchas maquinitas extrañas, ya que pueden creer que son objetos de espionaje y confiscártelos (o quedárselos ellos directamente)

Si rápida ha sido la aduana, los innumerables controles militares y policiales a lo largo de la carretera han sido desesperantes y la chulería de los “oficiales”, de un descaro increíble…



Otro mal rollo ha sido la llegada a Maracaibo por la noche… Parece ser que la compañía de bus no para en ninguna terminal de la ciudad y me ha dejado con los bártulos en una plaza más o menos céntrica (a pesar de lo peligroso de las noches de algunas ciudades venezolanas), desde donde he tomado un taxi, que me ha cobrado lo que ha querido y me ha llevado en peregrinaje (tras parar en un cajero automático) a la búsqueda de algún hotel… Hemos encontrado habitación en el Hotel Caribe a un precio desorbitado para la baja calidad que ofrecía… Luego hemos salido a cenar y he constatado que todo anda carísimo en este país…



Hemos dormido bien por el cansancio y con la firme determinación de pasar este país lo más rápido posible y llegar a Brasil cuanto antes…

lunes, 30 de marzo de 2009

Últimos paseos por Santa Marta

A la izquierda de la playa, se divisa una gran zona de playa desértica y que ocupa toda una pequeña bahía… Por la mañana temprano me he acercado caminando hasta sus cercanías, ya que, al parecer, es una zona militar y su acceso está restringido a los civiles…
A la vuelta, he dado con una buena conexión a Internet y he actualizado el blog y contestado algunos e-mails…
Por la tarde, caminando por la playa, por primera vez en Colombia, he dado con unos chorizos (por otra parte bastante más inofensivos de lo que aparentaban) que se han metido conmigo por mi aspecto “agringado”… Al mandarlos a la mierda en español se han quedado algo chocados por mi nacionalidad y cuando han reaccionado, yo ya andaba lo suficientemente alejado… La pinta gringa es una incomodidad en estas (y otras) tierras…


He fotografiado el atardecer, jugando con las diversos enfoque y posibilidades, lo menos cien veces. Al fin y al cabo, es mi despedida de Colombia…


Mañana partimos para Venezuela, si Dios primero y luego Chavez, nos lo permiten…

domingo, 29 de marzo de 2009

Santa Marta tiene tren, pero no tiene tranvía...

Esta mañana nos hemos dado un corto bañito en la playa cercana. Es una pena que el lugar no esté mejor cuidado…


He vuelto temprano y me he topado con el español… Hemos ido a desayunar a un local enfrente del mar que él conocía y que no estaba nada mal de precio, calidad y localización… El compadre se iba hoy para Cartagena… Se me ha olvidado darle un plano de los que tenía…


Luego, algo más tarde, he dado unas vueltas por las calles centrales comerciales de Santa Marta y, por allí, he comprado una gorra baratilla y muy practica para hacer las funciones de protección solar que la que perdí durante este viaje me hacía…


Algo que no me ha gustado mucho han sido las putas, de aspecto decadente y asqueroso, que te entran en las cercanías de nuestro alojamiento. Solo un loco o un imbécil muy desesperado puede irse con esos focos de sida, drogadicción y mala vida que andan rondando el día y la noche de la zona de hospedaje…

Otra noche más de calor para la que el ventilador ha resultado completamente inútil…

sábado, 28 de marzo de 2009

En Tatanga

Hoy nos hemos acercado a Taganga en una buseta que ha sido facilísimo de tomar…


Es un antiguo poblado pescador que se ha reconvertido en un pueblecito de turismo mochilero y “alternativo”… Su playa no está mal, está limpia, aunque es algo demasiado pequeña… De todos los alojamientos, el mejor que se encuentra es el cercano a la playa llamado “Casa Blanca”, que al estar enfrente de la playa y con todas las habitaciones dando al mar, es el único que merece la pena…


El viajesito ha sido de ida y vuelta en buseta… No merece la pena quedarse, pero sí alojarse, es tranquilo y quizás delicioso de compartir…


El mediodía se ha pasado leyendo a García Márquez y sus “Cien años de soledad”… ¡Que bien escribe el cabrón!


He conocido a un español que también estaba alojado en el hostel… No mucho que destacar de él, ya que no hemos intimado mucho y yo andaba embebido en mi libro…

Por la tele han retransmitido un partido de futbol de Argentina Venezuela (4-0) que ha sido debidamente interrumpido en varias ocasiones por un pesaito bogotano que trabaja en el turno de noche del hotel y que iba oportunamente borracho hasta el culo…



Muchísimo calor en la noche, ni siquiera el ventilador a todo trapo ha podido mitigarlo...

viernes, 27 de marzo de 2009

Hacia Santa Marta

Tempranito hemos cogido la buseta hasta la terminal…

Desde allí ha salido el bus a Santa Marta… Solo han transcurrido unas cuatro horas hasta la llegada…


El problema ha sido que no he podido coger una buseta porque nadie quería montar mis mochilas, así que ha habido una cogida de taxi que me ha dejado en la puerta del Hotel Miramar, que ha sido el más barato que he tomado hasta ahora en Colombia…


Por el hotelillo andaba una tipa con lunares en la nariz que trabajaba por allí que al final ha resultado una experta en literatura colombiana y en castellano…


Como de costumbre, después de dejar el bagaje, hemos dado un paseo por el pueblo… Me ha parecido algo más cutre de lo esperado. Santa Marta tiene muchas posibilidades, pero bastante desaprovechadas dado el abandono y la falta de limpieza de sus calles y playas…


Mañana tengo planeado ir a Taganga, una playa cercana que espero que ande más desescombrada en sus arenas y menos Suquia en sus calles…

jueves, 26 de marzo de 2009

Últimos momentos en Cartagena


Hoy hemos dado las últimas vueltas por la ciudadela…

Perdido por los callejones de esta preciosa ciudad que cuesta abandonar, me he propuesto volver algún día con alguien más de compañía… Alguien con quien merezca la pena el placer de viajar…

Hemos paseado por los rincones que más nos habían gustado. Como siempre, los templos y las “viejas piedras”, es lo que más a ocupado mi atención…

Es difícil, como he dicho antes en algún post anterior, no quedar hechizado con la arquitectura y las calles coloniales…

Los típicos balcones que parecen llevarnos a retirados pueblos de Castilla, Extremadura y Andalucía…


Me he detenido de nuevo en alguna clásica puerta con esa combinación de colores que solo puede apreciarse en latitudes como esta…

Luego, me he aproximado hasta la plaza de Santo domingo. Allí andaban unos músicos y danzantes típicamente caribeños…

Estas danzas te permiten apreciar el arte de la tierra y la belleza y la gracia de alguna de sus mujeres…


El atardecer me ha pillado en lo alto de las murallas cartageneras… ¿Cómo no tomar una foto del momento?


Cartagena, con sus luces y sombras, quedará en el recuerdo…

miércoles, 25 de marzo de 2009

Hacia Boca Grande...

Voy a hablar poquito y a exponer solo fotos en este post de hoy... Imagenes bastan...


Hemos cogido un bus a Boca Grande y sus playas… Había que verlas...


El interior del bus parece hindún, pero con motivos católicos... La Virgen Y El Arcángel San Miguel...


Los tipos tradicionales de los hombres y mujeres cartageneras, especialmente las negras y mulatas, contrastan con la especie de Benidorm que domina el horizonte de Boca Grande...


He ido volviendo poco a poco al casco histórico que se divisaba a lo lejos como una neblina…

En las murallas me he encontrado bien, recorriendo lo que de verdad me importaba…


Si algo llama la atención son los colores...


Balcones, balcones...


La arquitectura es algo que impresiona, una de las de mayor personalidad de Sudamérica...

Hay un aroma de encanto colonial por toda la villa que realmente fascina...


Desde las murallas he divisado la parte de Boca Grande y sus altos edificios en plan Manga del Mar Menor y he suspirado pensando que no cambiaría por nada las piedras viejas de la fortaleza…


martes, 24 de marzo de 2009

Por la ciudadela de Cartagena...


Hemos pasado el día de hoy por el casco histórico de Cartagena…

Pasando los Pegasos que hay frente a una réplica de barco de vela, se llega a la antes de la puerta principal de la ciudadela… Una vez atravesada esta, pasando por unos tenderetes de libros, llegamos a los soportales de los dulces. Aquí es donde “Gabo”, es decir, Gabriel García Márquez, compraba sus pasteles cuando vivía en Cartagena… Venden unas “cocadas”, unos dulces de coco con leche, cacahuete u otros variados ingredientes, verdaderamente deliciosos…


En la plaza encontramos una estatua de Colón, que en realidad está dedicada a Castilla y León, que parece estar a punto de meterle mano a una “indiesita” en bolas…


Los colores de la arquitectura colonial son preciosos y hecho que ni de encargo para andar fotografiándolos…


Los “vivos que andan a la caza del turista, son iguales de pesaos que los que encuentras en Marruecos y otras partes paliceras del globo; pero la gente, por lo general, es amable y muy abierta…


Caminando por algún callejón, he encontrado alguna casa masónica, ya que estas sociedades fueron de gran predicamento durante la independencia de la colonia (Bolívar era masón) y forman parte de la tradición colombiana, venezolana y americana en general…




Colores por todos lados bajo un sol justiciero… Así veo a Cartagena…




Algunas zonas tienen ese toque “arabizante” que los negros y mulatos saben dar espontánea y magistralmente, confundidos en una atmósfera de siesta veraniega y colores, colores, colores…




Se vive en la calle tan fácilmente que podríamos decir que no serían necesarias las casas; lo podríamos decir si esto último no fuera una frivolidad por mi parte, dado el problema económico que están sufriendo mucha gente en estos países de clima paradisíaco pero faltos de reformas sociales y sobrados de políticos gandules corruptos…




La zona histórica de Cartagena es, definitivamente, algo vivo y coleando… Da gusto caminar por aquí, y la gente presume de lo seguras que son sus calles, lejos de los asuntos de “malones” y cercanas al quehacer popular…


El aroma de España anda por todas partes… Parece que Andalucía se hubiera escapado con la negritud y de blancas calles islámicas, se hubiera transformado en coloridos trozos de rincones tropicales…


El fuerte me ha hecho recordar la bravura de Lezo, cuando le dio p’al pelo al inglés Vernon y su flota, mandándolos al carajillo y dándole esa fama de dureza inexpugnable a esta ciudad caribeña…


Ha sido un día de esos que no abundan… Me he reconciliado con lo malo y lo regular de este Caribe de Dios… Las mujeres negras se me han antojado algo más melancólicas de lo habitual en este atardecer, frente al mar, como si recordaran la vía por donde trajeron a sus antepasados para formar parte inseparable de la identidad de estas tierras… Sin negritud, sin mulatería, sin África, no habría un Caribe…