Hoy nos hemos acercado a Taganga en una buseta que ha sido facilísimo de tomar…
Es un antiguo poblado pescador que se ha reconvertido en un pueblecito de turismo mochilero y “alternativo”… Su playa no está mal, está limpia, aunque es algo demasiado pequeña… De todos los alojamientos, el mejor que se encuentra es el cercano a la playa llamado “Casa Blanca”, que al estar enfrente de la playa y con todas las habitaciones dando al mar, es el único que merece la pena…
El viajesito ha sido de ida y vuelta en buseta… No merece la pena quedarse, pero sí alojarse, es tranquilo y quizás delicioso de compartir…
El mediodía se ha pasado leyendo a García Márquez y sus “Cien años de soledad”… ¡Que bien escribe el cabrón!
He conocido a un español que también estaba alojado en el hostel… No mucho que destacar de él, ya que no hemos intimado mucho y yo andaba embebido en mi libro…
Por la tele han retransmitido un partido de futbol de Argentina Venezuela (4-0) que ha sido debidamente interrumpido en varias ocasiones por un pesaito bogotano que trabaja en el turno de noche del hotel y que iba oportunamente borracho hasta el culo…
Muchísimo calor en la noche, ni siquiera el ventilador a todo trapo ha podido mitigarlo...
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