Llegada a Medellín de madrugada… Primero hemos visto que esta terminal, la de Norte, está bien comunicada por metro con el centro de la ciudad… Luego hemos preguntado en un hotel en la misma terminal y no habían plazas…
Así que hemos cogido el metro hasta la parada de “Prado”, que he interpretado como la más cercana a los hoteles baratos y céntricos… Bajando por la larga escalinata de dicha parada he divisado un hotel justo enfrente… Un policía me ha dicho que la zona no era muy buena y, en efecto, me he dado cuenta de los malos “caretos” que deambulaban…
Así que hemos cogido el metro hasta la parada de “Prado”, que he interpretado como la más cercana a los hoteles baratos y céntricos… Bajando por la larga escalinata de dicha parada he divisado un hotel justo enfrente… Un policía me ha dicho que la zona no era muy buena y, en efecto, me he dado cuenta de los malos “caretos” que deambulaban…
Lo bueno era que solo habían unos pocos pasos desde la escalinata hasta el hotel… Me ha recibido un chaval muy simpático queme ha dado una habitación excelente y a muy buen precio… He dejado los trastos y me he duchado… Luego, he salido a darme una vuelta, ya que estaba en pleno centro a pocos minutos de la Catedral o la Plaza Botero…
Medellín (lo siento por los que quieren desmontar el mito y el estereotipo de esta ciudad) es la primera ciudad con “mal aire” que me he encontrado en Colombia, en donde no hay “zonas peligrosas” o “zonas seguras”, como en cualquier ciudad del mundo, ya que todo anda mezclado por todos lados…
En pleno centro te encuentras putas haciendo la calle, travestis de lo más sórdido y sucios drogadictos que te llaman a gritos (confundidos con la pinta “gringa” de cualquier europeo medio) desde la mierda de sitio en donde estén tirados… Hay un montón de esnifadores de pegamento en las puertas de museos e iglesias y hay como un ambiente de peligro en cada rincón…
Esto es lo que yo he percibido y no voy a mentir aquí… No se ven muchos turistas ni policías por la calle, así que uno llama la atención solo por llevar una riñonera, cosa que me he arrepentido de portar; ya que, según mi experiencia, las camisitas de colores (en plan hawaiano y tal), las mochilitas pequeñas, las pintas progre-alternativas, las riñoneras vistosas, relojes llamativos y hasta la estatura por encima de la media en combinación con una piel poco morena, son “provocaciones” para las ignorantes y primitivas mentes, ansiosas y avarientas, de los chorizos…
Hagamos un inciso para los que no han salido de su pueblo (sobre todo el mental y cultural) y conocen la realidad solo por la TV o el adoctrinamiento ambiental y de los media o algún librito que una vez se leyeron… Son esa clase de tipos que piensan que en India o Mexico la gente usa en picante para disimular el hambre e ir tirando… No saben que el picante es mercancía cara y de lujo y los “hambrientos” no pueden ni “olerlo”. Es como decir que aquí, en Europa, los pobres usan el caviar para quitarse las ganas de comer pescado… Pues bien, a lo que vamos: Está mal decir, con desconocimiento e ingenuidad, “GENTE POBRE”, refiriéndose a los delincuentes, ya que las “ratas” provienen de todas las clases sociales, aunque lógicamente la mayoría sean drogatas del suburbio… Las “ratas” (los “malones”) son odiados por todos… Estos roban a sus propios vecinos y son un problema de convivencia en donde estén… Los “pobres” son gente honesta que casi en un ciento por cien no roban ni a sus vecinos ni a los desconocidos y que te avisan, con tristeza y resignación, de la podredumbre de sus barrios… Es por ellos por los que hay que luchar en nombre de la justicia, no por los delincuentes del “lumpen” que tanto gustan a los politicastros masones y de extracción “señorita” que conforman una parte importante de la “progresía” europea y del primer mundo burgués… Estos políticos separados de la realidad, que nunca han recibido un guantazo en su vida porque en los barrios en donde se han criado no suelen haber muchos chorizos (por lo menos de los “de navaja” desesperados por el vicio), que confunden la nata con la mierda, obligando a los pobres ciudadanos de más baja extracción social a tomarse la justicia por su mano… Estos politiquillos que se metieron a “ye-yes” solo por dos motivos: tradición masónica de la familia o (en su gran mayoría) porque estaban cabreados con sus papás y querían hacerlos rabiar dándoles un disgusto… Estos pimpollos que quisieron ser “poetas” o bohemios pero que son pésimos administradores de lo público y unos ignorantes de baba de la realidad social que les rodea… Estos tontos de capirote, decimos, viven entre la teoría y el deseo febril de que el “pueblo bajo”, y la gente toda, piense en ellos con amor… Hay dos clases de neuróticos: El que busca que le teman masivamente y el que busca que le quieran masivamente… Y veces estas dos neurosis del poder van juntas y revueltas…
En Colombia, como en Latinoamérica, se ha añadido al problema social de una falta de clase media, un problema de falta de valores que ha empujado a la “mala vida” a gran parte de la población… En este país hay una amplia clase media (no es como, por ejemplo, Bolivia), pero la tradición del poder violento está en el inconsciente y el consciente colectivo… La política (oficial o insurgente) y la delincuencia, han sido siempre muy violentas… La mafia es aquí, para gran parte de los “malones”, un ideal a alcanzar y seguir… Ese ha sido el problema que le ha dado a Colombia tan mala fama y del que, gracias a Dios, ya va saliendo…
Esto es lo que uno aprecia en ciudades como Medellín… Gracias a Dios intento llevar cuidado y no dejarme ver mucho en estos ambientes… Procuro no llamar mucho la atención y rodearme todo el rato de personas y no ir por lugares solitarios… De esta manera, hemos llegado a la Plaza de Botero, en donde hemos echado fotos discretamente…
Hemos pasado a una iglesia cuando ha empezado a llover a cantaros y hemos comprobado, más tarde, como resbalaba el pavimento con el suelo húmedo… Definitivamente, el primer día en Medellín ha sido pasado por sorpresa y agua… Esperemos que mañana sea, definitivamente, otro día…
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