Hemos pillado un taxi hasta el puente roto y luego, una vez allí, hemos cruzado el río, cada uno en una barca, hasta la otra orilla… Desde el “otro lado” ha sido fácil coger un taxi hasta la población de Bodega, y desde Bodega hemos tomado una embarcación a motor hasta Magangué…
En Magangué, me he dedicado a la búsqueda de hotel para pasar la noche hasta mañana, que es cuando sale mi autobús a Cartagena… He encontrado alojamiento encima de salida de los buses de la compañía Brasilia… Me he despedido del chileno y del quejicoso y autorreferencial alemán y, cuando ha atardecido, me he dirigido al hotel, en donde he pasado una buena noche sin mucho calor…
Mañana, Cartagena de Indias… Hasta siempre Mompós…
viva mi tierra querida magangue.. lo felicito!!
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